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A fines de marzo, Ana Obregón protagonizó titulares al anunciar que se había convertido en madre a los 68 años a través de subrogación de vientre. Sin embargo, la actriz reveló esta semana que en realidad se trata de su nieta.
Según Obregón reveló en exclusiva a HOLA! Ana Sandra Lequio Obregón nacida el 20 de marzo, es su hija adoptiva de forma legal, pero en realidad llegó a su vida para cumplir la última voluntad de Álex Lequio, su fallecido hijo.
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Tras generar mucha polémica debido a la subrogación de vientre, Ana se tomó unos días para finalmente revelar que en realidad fue concebida con material genético de su hijo, quien falleció a los 27 años en 2020.
«Lo primero que tienes que saber es que esta niña no es mi hija, sino mi nieta. Es hija de Aless y cuando crezca le contaré que su padre fue un héroe», señaló Obregón, refiriéndose a la lucha de su hijo contra el cáncer.
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«Esta fue la última voluntad de Aless: La de traer un hijo suyo al mundo. Y así nos lo comunicó de palabra a su padre y a mí una semana antes de fallecer», señaló la actriz.
Según reveló Ana, en ese entonces los médicos recomendaron a su hijo, quien sufría el sarcoma de Ewing, un tipo de cáncer poco frecuente, que guardara muestras de su esperma, por si en un futuro no podía tener hijos.
El gran debate por el uso de subrogación de vientre
Con respecto al debate que abrió la noticia del nacimiento de su nieta, Ana señaló que se trataba de algo absurdo. «Esta técnica de reproducción asistida, se lleva haciendo muchísimos años y es legal en muchos países del mundo», señaló.
«Muchas parejas que no pueden tener hijos o parejas homosexuales o por los motivos que sean utilizan esta técnica. ¿Pero qué escándalo es este, ahora?». Y además, aseguró que en Estados Unidos el proceso está normalizado.
Ana, también confesó que jamás tuvo dudas sobre llevar a cabo la petición de su hijo. «Si el testamento y la última voluntad de mi hijo era eso, ¿Cómo no lo voy a hacer?», señaló.
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«Si yo le juré que lo iba a salvar y no pude salvarlo, ¿Cómo no voy a hacer lo que él quería que hiciera? Nadie en el mundo puede poner en duda que cuando una madre entierra a su hijo tiene que cumplir su última voluntad», declaró.
Y finalmente concluyó señalando que: «cuando sepan la verdad, todo el mundo entenderá que esto no es un capricho. Esto es cumplir el deseo y la última voluntad de mi hijo».
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