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El Príncipe Carlos es rey, y su esposa Camilla, por voluntad de Isabel II, es la nueva reina consorte. La pregunta que ronda y que cabe hacerse ahora es ¿Recibirán sus hijos algún título?
Tom y Laura, de 47 y 44 años respectivamente, son los hijos del primer matrimonio de Camilla con Andrew Parker Bowles y han construido sus vidas totalmente alejados de la Corona. Ella es galerista de arte y está casada con un antiguo modelo de ropa interior con quien ha tenido tres hijos; él es crítico gastronómico y escritor consagrado, con un divorcio con la periodista Sara Buys, madre de sus dos hijos, y una inmensa tragedia: en marzo de 2021 su segunda pareja, Alice Procope, murió de cáncer con tan solo 42 años.
En estricto rigor, Tom y Laura son hermanastros de William y Harry, Carlos de Inglaterra es su padrastro, pero se habla muy poco de ellos.
“Laura y yo no formamos parte de la familia real, para ser honestos”, explicaba Tom al matinal de televisión Good Morning Britain en diciembre de 2018. “Mi madre se casó con el príncipe Carlos. Ella sí forma parte de la familia real. Nosotros somos como todo el mundo”.
Pero ahora Camilla es reina consorte y algunos analistas reales esperaban que los hijos de Camilla recibieran un título nobiliario: “Ningún hijo de un rey o una reina se ha quedado sin título”, explicaba el biógrafo real Brian Hoey. Pero después de no haber otorgado el título de altezas reales a sus nietos, no parece que Carlos III tenga ninguna intención de hacerlo.
Con toda probabilidad, los hijos de Camilla seguirán viviendo una vida alejada de los palacios. Carlos quiere una monarquía más reducida y menos costosa. Por lo tanto, como señalan otros expertos, es poco probable que otorgue nuevos títulos. Entre otras cosas, si Tom y Laura adquirieran el rango de aristócratas, recibirían mucha más atención de los medios de comunicación. Atención de la que siempre han huido y de la que su madre les ha intentado proteger, especialmente durante los años más turbulentos, los del divorcio de Carlos con Diana.
En esa época, Laura y Tom sufrieron de acoso en el colegio por la relación que mantenía su madre con el príncipe. Por esa misma época. Tanto Laura como William acusaban a sus progenitores de haber destruido sus respectivas familias. Son tiempos lejanos y desde hace años Tom y Laura son muy amigos de William y Harry.
Precisamente porque de adolescentes compartieron los mismos momentos a causa de la relación entre sus padres. En mayo de 2018, Laura y Tom asistieron a la boda del duque de Sussex con Meghan Markle. Se sentaron en la capilla de San Jorge en el Castillo de Windsor sin llamar la atención de los medios. En 2011, en la boda de Kate y de William, la primogénita de Laura, Eliza, fue una de las damas de honor de la novia.
En 2005, y como es lógico, Tom y Laura asistieron a la boda de su madre con el futuro rey: las únicas fotos oficiales de Laura y Tom en compañía de los esposos y los hermanos Windsor datan de ese 8 de abril. Lo cierto es que la vida de los dos hijos de Camilla se ha mantenido siempre alejada de la monarquía. Y ha sido como ellos querían. Quién sabe si cuando se ponga una corona sobre la cabeza de su madre hará algo que cambie realmente sus vidas.
