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La infusión de la flor de Jamaica o Hibiscus tiene fama de ser una planta con propiedades muy beneficiosas para el organismo. Y, al parecer, no es solo la fama.
Sabemos que tomar agua es muy importante para la salud, es más, incluso puede ayudarte a perder peso, algo que hemos comentado anteriormente. Sin embargo, no es la única bebida saludable que existe y que no te costará tomarla a lo largo del día. Se trata del agua de Jamaica, que no es otra cosa que una infusión realizada con la flor del mimos nombre, originaria de África tropical, pero que debido a su fama hoy se cultiva también en el sudeste asiático y en Centroamérica.
La característica principal de la planta, es precisamente su flor roja, por lo que las preparaciones de agua de Jamaica son de intenso color rojo.
¿Cuáles son los beneficios del agua de Jamaica?
Los expertos dicen que la infusión puede ayudarte a controlar la hipertensión arterial y favorece el sueño reparador. Además, ayuda a bajar los niveles de glucosa en la sangre, posee vitaminas A, C, B1 y E y contiene calcio, hierro y fósforo. Ayuda a reducir los niveles de colesterol altos y aseguran que ayuda a adelgazar ya que posee un efecto saciante.
Más propiedades…
Tiene un poderoso efecto hidratante y cicatrizante, por lo que acelera el proceso de curación de heridas, cortes, quemaduras y otras marcas cutáneas. Por otra parte, tiene un gran efecto antioxidante, lo que mejora la circulación sanguínea y reduce la fragilidad capilar. Además, sus niveles de potasio le proporciona la capacidad de disminuir la retención de líquidos.
Gracias a su alto contenido en diferentes ácidos tiene un efecto digestivo y tonificante que ayuda a aliviar algunos problemas estomacales. Y ayuda a regular el metabolismo aumentando la eliminación de grasa acumuladas.
¿Cómo se toma?
Para prepararte una taza de agua de Jamaica, debes infusionar una cucharada de flor de Jamaica en 400 ml de agua. Se aconseja tomar alrededor de 3 vasos de agua de Jamaica diariamente, 30 minutos antes de cada comida y lo ideal es no agregarle azúcar.
