Claudia Schiffer volvió a capturar miradas en el reciente banquete de Estado ofrecido en el Castillo de Windsor en honor al presidente alemán Frank-Walter Steinmeier. Y no solo por su aparición en Balmain, sino porque, discretamente, el protocolo británico la presentó como Lady Vaughn. Un tratamiento que, aunque suena aristocrático, responde a una tradición social más que a un título propio.
En la etiqueta inglesa, cuando un hombre recibe el título de “sir” tras ser nombrado caballero por sus servicios al país, su esposa puede ser tratada como “lady” seguida del apellido. Matthew Vaughn, cineasta británico detrás de franquicias como Kingsman y Kick-Ass, fue distinguido el año pasado por su aporte a las industrias creativas, un reconocimiento que lo convirtió formalmente en Sir Matthew Vaughn.
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Como Schiffer y Vaughn están casados desde 2002, ella puede recibir el tratamiento social de Lady Vaughn en actos oficiales, aunque no obtiene un título propio ni hereditario. Se trata de una cortesía protocolar, simbólica y coherente con la estructura honorífica del Reino Unido, que reconoce el estatus otorgado a su marido.
La figura de “lady” asociada a las esposas de caballeros pertenece al sistema de honores británico, no a la nobleza. No equivale a un título nobiliario ni otorga un rango dentro de la realeza. Es, más bien, parte del entramado ceremonial que se despliega en cenas de gran formalidad, donde la presentación de invitados responde a usos históricos todavía vigentes.
Algo similar ha ocurrido en matrimonios como el de Paul McCartney, quien fue nombrado caballero en 1997. Durante su matrimonio con Heather Mills, ella fue conocida como Lady McCartney por tratarse de un título derivado del estatus honorífico de su esposo. En esa misma línea, en 2025 David Beckham fue nombrado caballero por el rey Carlos III, un reconocimiento que lo convirtió en Sir David Beckham. Y que, por extensión, permite que Victoria sea tratada socialmente como Lady Beckham en actos formales.
El mecanismo, sin embargo, no opera de manera inversa. Cuando una mujer es distinguida como Dame, como Emma Thompson en 2018 por su contribución a las artes, su esposo no recibe ningún tratamiento asociado a ese honor. En la práctica, el sistema de honores británico solo traslada el tratamiento social a la esposa de un “sir”. Mientras que los títulos concedidos a mujeres no generan equivalentes para sus cónyuges, según The English Manner.
