Se fue el verano, pero su brillo especial queda con nosotras. Con la opinión de expertas, te contamos cómo conseguir que ese favorecedor efecto de ‘besadas por el sol’ no se vaya.
Llegó el momento de cambiar los shorts por jeans, las sandalias por botines y las blusas de lino por suéteres. Pero si hay algo que no relegaremos al olvido es ese especial brillo en la piel bronceada que deja el verano. Conservarlo, prolongarlo (o replicarlo) es posible siguiendo algunas claves. Primero, mantén tu piel bien humectada con una loción de hidratación profunda. Incluso, existen productos con componentes específicos, como aloe vera y aceite de Coco, enfocados en prolongar el bronceado.
Si el color veraniego comienza a esfumarse más rápido de lo que esperabas, es muy fácil restaurarlo con un autobronceante. Eso sí, si tu base ya es una piel que tiene sol, ten cuidado con el tono elegido para no excederte. La técnica de aplicación del momento es hacerlo con guantes especiales, que ayudan a distribuir el producto de manera uniforme y protegen las manos de las temidas manchas en las palmas.
Otra opción para no perder el efecto bronceado en el rostro es optar por un protector solar con color (¡recuerda que la protección UVB/UVA es necesaria todo el año).
Durante el otoño-invierno, el maquillaje es el gran aliado para iluminar tu cara, pero hay que ocuparlo estratégicamente si queremos lograr que sea duradero y favorecedor.
“Para conseguir el efecto glow, recomiendo usar iluminadores y maquillajes en formato stick. Son fáciles de aplicar, los puedes difuminar con tus dedos, tienen cobertura precisa y los puedes llevar contigo sin que se dañen. También hay otros en formato Glow Drops que dejan un efecto natural y sentador en la piel. Y, por último, están los novedosos Stick Glow, los que –además de ser iluminadores– tienen una formulación hecha con aceites naturales que logran esa apariencia húmeda, hidratada e iluminada en la piel”, explica la maquiladora Rosario Carvallo.
La experta detalla la técnica: “El iluminador se aplica en zonas específicas, los puntos altos del rostro. Por ejemplo, arco de las cejas, pómulos, puente de nariz y el arco de Cupido (la curva central sobre el labio superior). Para lograr esta técnica de maquillaje, y conseguir un efecto glow y radiante, es muy importante que te sientas cómoda con la manera con la que te aplicarás el producto, que puede ser con los dedos, brochas o esponja”.
No, este cóctel no se toma, sino que se inyecta sobre la piel a través de la técnica de mesoterapia, que consiste en aplicaciones con microagujas (microneedling) de un complejo altamente nutritivo y antioxidante.
“Se trata de un cóctel avanzado de vitaminas y antioxidantes que te ayudarán a prevenir la hiperpigmentación e imperfecciones. Este tratamiento está diseñado para revitalizar y nutrir la piel desde el interior, proporcionando un brillo saludable y una energía renovada”, explican en la Clínica de Medicina Estética La Parva. Los resultados se ven luego de la primera sesión, pero para maximizar los efectos, lo recomendable es realizar tres. Una cada 15 días.
“Este tratamiento consiste en dar un brillo natural con micro volúmenes de ácido hialurónico en las zonas donde el sol se reflejaría en la piel, con el objetivo de obtener un efecto lifting, creando un glow inmediato. Se utilizan los mismos puntos donde se pondría un iluminador con maquillaje. Se ha vuelto el tratamiento tendencia en Europa y EE.UU., ya que logra rejuvenecer la estructura facial de forma natural. El efecto es inmediato y puede durar entre 6 y 12 meses, dando ese look que vemos en celebridades como Zendaya, Charlize Theron y Kate Middleton. Es muy sutil, no cambia el rostro, solo resalta el brillo natural de la piel”, explica la Dra. Sofía Levrini, directora de la clínica del mismo nombre.
Obviando lo básico –cortar las puntas cada tres meses, no excederte con la cantidad de lavados por semana y hacerlo con un champú y acondicionador apropiados para tu tipo de pelo–, la peluquera y socia fundadora de La Guapa Simona, Coca Oyarce, propone tres formas de garantizar un pelo brillante y sedoso, llueva, truene o relampaguee.
“Para una nutrición profunda, recomiendo alternar entre una mascarilla pos lavado que se enjuaga (1 a 3 veces por semana) y un pre champú, que se debe dejar actuar 10 minutos antes del lavado y luego enjuagar con agua fría o tibia para sellar las cutículas y potenciar el brillo”, dice Coca.
Según explica, el secado también es clave, por lo que sugiere siempre ocupar un producto termoprotector, secar en dirección a la raíz (15-20 cm de distancia) y terminar con aire frío para reducir el frizz.
¿Sus productos estrella para el toque final? “El champú en seco, que revive el brillo entre lavados, absorbiendo la grasitud; los sprays de brillo, que se aplican de medios a puntas, y los aceites capilares y sérums, que con 2-5 gotas aportan brillo, suavidad y nutrición. Mi favorito es el aceite de romero, un secreto ancestral para un brillo extra”.
