No siempre podemos cumplir con nuestras rutinas deportivas, y cuando hemos pasado un día sedentario, ¿cuánto ejercicio tienes que hacer para compensarlo?
El sedentarismo es hoy responsable de un 5,5% de todas las muertes que se registran anualmente en el mundo. Y es que está comprobado que no es beneficioso para nuestro organismo. Sin embargo, a veces, por cosas de trabajo, la rutina o factores externos, tras pasar un día sentados en la oficina, llegamos a casa y seguimos el patrón al relajarnos y ver una serie o simplemente descansar.
Pero ha llegado el momento de ponerse en pie y hacer ejercicio. Y los expertos sugieren cuánto tienes que hacer para contrarrestar el haber pasado muchas horas sin despegarte del sillón.
Y es que va más allá de dolores de espalda o el cuerpo agarrotado. Permanecer tanto tiempo sentado puede, puede, a la larga, costarte la vida. Y, según la Organización Mundial de la Salud, llega a causar cerca de 32 millones de muertes anuales.
Además, los expertos aseguran quien mueve las piernas, mueve el corazón. Entonces, quienes no lo hacen tienen una probabilidad mucho mayor de desarrollar enfermedades. Sobre todo, las cardiovasculares.
La Escuela Noruega de Ciencias del Deporte analizó el riesgo de mortalidad a medio y largo plazo de 44.370 mujeres y hombres en función de sus niveles de sedentarismo y actividad física. Y el resultado confirmó lo que habían demostrado los estudios desde hace décadas: la falta de ejercicio tiene consecuencias fatales.
No importa si es por decisión propia o porque así lo exige tu trabajo, pero pasas entre nueve y diez horas sentado todo los días. Y si no dispones de mucho tiempo para hacer ejercicio, debes saber que no necesitas mucho tiempo para compensarlo.
Es más, lo expertos aseguran que sólo hay que hacer entre 30 y 40 minutos de ejercicio físico moderado. Por ejemplo, salir a caminar a buen paso.
En resumen, debes invertir, a diario, al menos media hora de tu tiempo en realizar ejercicio. También es recomendable que durante esos largos períodos sentado te despegues cada 30 minutos de la silla (o del sofá) para estirar las piernas. Y es que no solo tu cuerpo te lo agradecerá, también tu cerebro.
Por último, adáptalo a tus gustos. Aquí van unos ejemplos fáciles y asequibles: