Además del parecido físico entre el rey Felipe VI de España y la princesa Leonor, padre e hija comparten algunos rasos no perceptibles, tales como la onicofagia.
Fue el año pasado cuando Felipe VI tuvo fue operado de su mano izquierda por una lesión que se produjo jugando pádel. Y este paso por el quirófano evidenció la enfermedad que sufre.
La onicofagia es un trastorno compulsivo que consiste en no poder dejar de morderse las uñas. Y el que, aseguran los medios españoles, podría haber heredado su hija mayor, la princesa Leonor.
Esta teoría sobre la condición de Leonor surgió a partir de una publicación del diario catalán El Nacional, en cual asegura que la heredera ha mostrado en diferentes ocasiones tener el mismo hábito que su padre. Además el medio plantea que es posible comprobar la condición con tan solo hacer zoom a cualquier imagen donde muestre sus manos.
La onicofagia puede darse por una manía, o bien, tener como trasfondo una causa emocional y conductual, la que puede ser atendida por profesionales. Esta condición puede traer como consecuencia el desprendimiento de la piel y producir un deterioro en la estructura ósea.
Asimismo, este peligroso hábito puede provocar daños en la flora intestinal de la persona que lo padece, y esto porque los gérmenes intervienen al momento de establecer contacto entre los dedos y la boca.
En el caso de Leonor, quien suele llevar uñas extremadamente cortas y al natural, su condición podría verse afectada directamente por estrés, tensión y ansiedad. Algo que la joven podría estar experimentando, ya que acaba de terminar su formación en la Academia General Militar de Zaragoza y cada vez tiene más responsabilidades dentro de la casa real española como futura heredera del trono. Además, la princesa suele esconder sus manos.