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Lo cierto es que los resultados de taquilla cinematográfica de este fin de semana largo no debiesen sorprender a nadie. Hace semanas que el anunciado estreno de la versión animada del personaje más icónico de la compañía de videojuegos Nintendo, prometía un éxito sin precedentes. Es que el gásfiter más famoso de los joysticks, junto a su hermano Luigi, que se ven mandatados a rescatar a una princesa de las fauces de un dragón, ha cruzado al menos cuatro generaciones, las mismas que esperaban ansiosas esta versión en celuloide. Y todo se cumplió y se superó, porque Super Mario Bros acaba de lograr un récord en la historia del cine durante su primer fin de semana de estreno.
La cinta, que es un festín de guiños y homenajes a la obra de Shigeru Miyamoto, no ha dejado fuera tanto a la crítica como a la audiencia. Porque sí, hay divisiones acá. En lo que coinciden todos es que se trata de una cinta infantil, que en el proceso sacrifica algunas posibilidades de convertirse en algo más consistente y memorable para todas las generaciones. Está lejos de ser tan sólida como las películas de Lego o de Peanuts, La Película, por compararla con símiles que la antecedieron, pero eso no ha evitado que haya superado todos los estándares esperados de recaudación.
En su estreno, la cinta animada basada en la franquicia de Nintendo tuvo el mejor opening de todos los tiempos para un largometraje animado con una recaudación en taquilla de $377 millones de dólares a nivel global. Con esto, Super Mario Bros, supera al estreno de Frozen II, que en su momento logró una taquilla mundial de $358 millones de dólares.
Por si fuera poco superó la marca como el mejor estreno para una película basada en un videojuego. Dentro de Estados Unidos hubo también algunos hitos, al lograr el segundo mejor estreno de la historia para un título animado, sólo detrás de Los Increíbles 2. También logró la mejor taquilla acumulada de cinco días en la historia superando a Transformers: Revenge of the Fallen que apenas logró $200 millones de dólares y obviamente es la cinta más exitosa para su distribuidora, Illumination Entertainment.
