El fenómeno de Sex and the City traspasó la pantalla hace más de veinte años cuando su protagonista, Carrie se convirtió en una influencer, término que por cierto no existía por aquel entonces. Cualquier bolso, zapatos o atuendo, por más extravagante que este fuera, se convertía en tendencia absoluta.
Tal fue la capacidad de fascinación desató Carrie Bradshaw que el personaje se comió a la actriz que la personificaba y Sarah Jessica Parker terminó convertida en el mayor ícono de la moda de finales del siglo XX. Diecisiete años después de que se diera por finalizada la serie se ha estrenado su secuela titulada And just like that y ha quedado en evidencia que el fenómeno Carrie sigue imparable.
Sus looks siguen siendo tan arriesgados y vanguardistas como lo eran entonces, dejando algún que otro tip de estilo que más de una seguidora pondrá en práctica, como por ejemplo, el de llevar dos bolsos a la vez, uno más pequeño de fiesta y otro más grande donde meter todo lo que no te cabe en el otro.
Los tacos altos siguen siendo el sello de esta Carrie post #MeToo, quien no duda en defender estos accesorios como geniales para dar largas caminatas, y la mezcla imposible de estilos continúa haciendo las delicias de las que no se pierden semana a semana un nuevo capítulo, y al parecer las consecuencias ya se dejan ver.
Según la página web de ventas de artículos de segunda mano Vestiaire Collective, han notado cómo desde el estreno de And Just Like That han aumentado la búsqueda de accesorios y prendas en su plataforma hasta en un 900%.
Tan solo un día después del estreno del primer capítulo, en donde Carrie lleva un vestido azul de la marca Norma Kamali, la búsqueda de esta marca se disparó de una manera increíble. También se buscó el bolso de lentejuelas moradas de Fendi que lleva Carrie o el bolso Capucines de Louis Vuitton que lleva Charlotte aumentó su búsqueda en más de un 126%.
Darren Starr, responsable del fenómeno Sex and the City ha vuelto a la carga con otro hit y que toca la misma tecla. Hablamos de Emily in Paris. Orientada quizás a un público de menos edad, su protagonista lleva los mismos estrafalarios, vanguardistas, clichés y originales outfits que Carrie, pero ahora en pleno siglo XXI en Paris.
Y todo lo que Emily se pone, desata una búsqueda compulsiva incluso no finalizado un capítulo. Un botón de muestra: tan solo cuando se liberó el trailer de la segunda temporada en el que se veía a Lily Collins con un vestido de estampado de corazones, hizo que las búsquedas en Internet con este motivo se elevaran hasta más de un 700%.
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