El pasado 9 de abril, el palacio de Buckingham anunciaba anunciaba el fallecimiento del príncipe Felipe. En el escueto comunicado oficial solo se dio la noticia y se aseguró que había muerto “sin sufrir”. Y literalmente así fue.

Y así lo ha confirmado, en exclusiva, el diario The Telegraph. Casi un mes después, el jefe del servicio médico de la casa real, sir Huw Thomas, certificó que la causa oficial del fallecimiento del esposo de la reina Isabel II fue su “edad avanzada”.

Este término, según explica el diario británico, se utiliza en el caso de aquellas personas mayores de 80 años que fallecen sin que los médicos hayan detectado algún problema de salud. Se trata simplemente de un decaimiento gradual y natural de sus condiciones físicas.

Entonces, se puede decir que el duque de Edimburgo murió por causas naturales y no por alguna enfermedad. Quedando descartado que la causa fuese el problema del corazón por el que estuvo hospitalizado 28 días, tras ser operado.

Y fue la propia condesa Sofía de Wessex, nuera del duque, quien lo explicó a la perfección aquel 9 de abril: “Fue como si simplemente alguien le hubiera cogido de la mano y él se hubiera marchado”.

El hecho de que muriera “en paz” fue catalogado por la reina Isabel II como “un milagro”, según reveló el príncipe Andrés en una misa días después de la muerte de su padre.