Novak Djokovic es el tenista número uno del mundo, y a sus casi 33 años, no era el mismo 10 años atrás. El serbio siempre ha tenido talento, sin embargo, muchos recordamos la final del Open de Australia, en 2010, cuando Novak perdió el partido por una fatiga física que le impidió seguir luchando. Fue la punta del iceberg para el tenista, ya que venía de una serie de episodios así que no lo dejaban rendir al máximo.

Se habló de múltiples razones, desde asma a falta de fortaleza psicológica. Pero en ese partido, ante Jo-Wilfried Tsonga, en el público se encontraba quien sería su “salvador”: el doctor Igor Cetojevic. De la misma nacionalidad que el tenista, este no dudó en ponerse en sus manos.

Cetojevic le aseguró a Djokovic que su problema era de alimentación y específicamente el gluten. Tras varios exámenes concluyeron que era intolerante al gluten, a los lácteos y al tomate en menor grado. Algo que le llamó la atención del serbio, ya que sus padres eran dueños de una pizzería, por lo que su dieta siempre se basó en pizza, pasta, pan y azúcar, básicamente a todo lo que era intolerante.

El cambio en su dieta se notó rápidamente en su rendimiento y condición física. Ahora bien, la dieta tiene su lado polémico, ya que el serbio bajó mucho de peso. Sin embargo, se debe tener en cuenta que es un régimen alimenticio para alguien con variadas intolerancias y guiada por un experto. 

El cambio fue tal que Djokovic lanzó un libro al respecto: “Servir para ganar”, el plan de 14 días sin gluten para lograr excelencia física y mental. Además, dio una entrevista para Graham Bensinger en la cual explicó en qué consiste la dieta y cómo influyó en su carrera y vida.  “Cambiar la dieta fue algo que me permitió deshacerme de las alergias y de todo, especialmente el gluten, los lácteos y el azúcar refinada que eliminé de mi dieta”, confesó.

Durante el día, especificó que “Comienzo con agua tibia y limón para poder ayudar a mi cuerpo a desintoxicarse y luego tomo jugo de apio con el estómago vacío. Y después mi batido verde, con diferentes algas, frutas y excelentes suplementos cuyo uso me permiten tener claridad mental, sentirme bien, longevidad y diferentes beneficios para la salud”.

Y a la hora de la comida opta por aquellas preparaciones que no requieren mucha digestión y que resultan más livianas. “Mucha fruta y ensaladas. No me gusta comer ningún alimento que requiera mucha energía para la digestión, especialmente en la primera parte del día porque es cuando necesito la mayor cantidad de energía para mi entrenamiento”. Agregando que entre sus favoritos se encuentran “la quinoa, el mijo y el arroz, el camote al vapor o la papa hervida”.

El tenista asegura que todavía tiene cosas que ganar en el deporte, y pretende “batir el récord de longevidad como número uno mundial”. Y se ve jugando hasta los 40, “No creo en los límites. Quiero jugar mucho tiempo”.

Aquí te dejamos un día en la dieta de Novak Djokovic:

Día 1

Para desayunar: dos cucharadas de miel de Manuka (antibacteriana y energizante), muesli de avena sin gluten con arándanos, semillas de calabaza o girasol y almendras.

A media mañana: pan sin gluten o crackers con palta y atún.

Para almorzar: ensalada verde y pasta primavera sin gluten (que incluye: pasta de arroz, zapallito italiano, tomates secos y queso verano opcional).

A media tarde: manzana con mantequilla de castañas de caju, y melón.

Para comer: ensalada César de repollo (incluye: quinoa y piñones) con condimento, incluyendo anchoas o sardinas; sopa minestrone y filetes de salmón con piel, tomates asados y aliño.