El rey Carlos Gustavo de Suecia anunció oficialmente que los hijos de los príncipes Carlos Felipe y Magdalena ya no pertenecen a la Casa Real. Solo los hijos (2) de la princesa heredera, Victoria, siguen formando parte. 

Esto no significa que ya no pertenezcan a la familia o que los esté echando, sino más bien que ya no serán altezas. Por ende, perderán sus derechos y deberes con la corona, no tendrán tareas institucionales, pero mantendrán sus títulos de ducado.

La decisión de la casa real tiene que ver con reducir gastos excesivos, y los príncipes vieron en la decisión lo positivo que será para los pequeños vivir de una forma más libre, sin las presiones que la realeza implica. 

De esta forma la corona sueca no asignará ninguna asignación económica a estos cinco nietos (dos por parte de Carlos Felipe y tres por Magdalena) y, por lo tanto cuando sean mayores no tendrán restricciones para, trabajar en lo que quieran, vivir en otro lugar o emprender negocios privados.