No importa cuántas horas pases haciendo ejercicio, puedes tonificar piernas e incluso brazos, pero no ves los mismos resultados en el core. Pero no eres la única persona con ese problema y es que tener un abdomen tonificado requiere de consejos de expertos y recomendaciones efectivas. Así como también, no enfocarte en las “calugas”, sino en la grasa abdominal.
En la Universidad de Harvard se han escrito cientos cientos de ensayos al respecto, en base a estudios e investigaciones realizadas por expertos de la institución. Y aquí se resumen algunas de ellas para trabajar el core y combatir esa grasa abdominal que ha llegado para quedarse.
#1 No hay que “matarse” haciendo abdominales
No importa cuántas veces hayas leído que un abdomen tonificado solo se construye haciendo abdominales. Harvard asegura que fortalecer el core puede ser tan sencillo como ir adaptando tu cuerpo al ejercicio poco a poco, a medida que vas ganando forma y resistencia. De otra forma, solo lograrás estresarte y abandonarás el millón de abdominales al segundo día.
#2 Olvídate de los abdominales tradicionales
Si bien por mucho tiempo se creyó que solo los abdominales tradicionales eran capaces de lograr un abdomen tonificado, los estudios de Harvard han comprobado que la plancha abdominal es el ejercicio de oro. Este ejercicio isométrico es mucho más completo que un abdominal. Además, es menos dañino, ya que los abdominales tradicionales pueden afectar la zona lumbar y espalda si se hacen de forma incorrecta.
#3 Trabajar con tu propio peso corporal
Los expertos de Harvard insisten en que no es necesario el uso de pesas o máquinas. Hay muchos ejercicios de core que se pueden realizar con el peso corporal, y puedes incorporar algo de equipamiento para hacerlo más entretenido e ir cambiando las rutinas de ejercicios como una silla, barra o balón medicinal, lo que tengas a manos y funcione.
#4 El entrenamiento de fuerza elimina la grasa abdominal
Solo hacer abdominales no sirve. Y aún cuando el cardio puede ayudar a bajar de peso o mantener la línea, es el ejercicio de fuerza el que tiene un efecto real en la grasa visceral. Es más, la recomendación es combinar entrenamiento aeróbico con fuerza (con pesas) y control de dieta. De hecho, hay estudios que demuestran que reducen la tendencia natural que tenemos a perder masa muscular y remplazarla por grasa. Además, aumenta la tasa metabólica y ayuda a controlar el azúcar en sangre.
#5 Consumir más carbohidratos y proteína
Dicen que los abdominales se hacen en la cocina, y Harvard lo confirma. Por lo mismo rescatan la importancia de ser conscientes no solo de lo que comemos, sino también las cantidades. Se deben priorizar carbohidratos complejos (frutas, verduras y granos integrales) y proteínas magras frente a otros carbos como pan, pasta o bebidas azucaradas.
#6 Activar los abdominales
Haciendo ejercicio no es la única forma de activar los abdominales. Se puede hacer en actividades cotidianas como por ejemplo, al caminar, activando el abdomen paso a paso. O si estás esperando en una cola, ahí aconsejan levantar ligeramente la pierna del suelo mientras activas los músculos centrales, manteniendo el pecho alto y los omóplatos hacia abajo y hacia detrás.
#7 Ayuno intermitente
En este caso la recomendación es tan solo 3 veces a la semana para mejorar la respuesta del organismo.
#8 Entrenar el equilibrio
Según Harvard la base de un abdomen fuerte es el equilibrio. Y en caso de no tenerlo, se puede practicar haciendo yoga o andando en bicicleta.
#9 No olvidar la mente
La parte psicológica no se puede dejar de lado, y si de hacer ejercicio hablamos, la motivación es esencial para trabajar el core. Una de sus recomendaciones es trabajar en base a objetivo a corto plazo y tener recompensas. Eso sí, estas últimas no debe comida, sino más bien implementos que motiven a entrenar. Además, sugieren rescatar los aspectos positivos que tiene el entrenar. En lugar de decir “debería hacer abdominales”, se debe decir en voz alta: “Mi espalda está mejor cuando hago los ejercicios”.