Es de conocimiento popular que con el paso de los años, el metabolismo se ralentiza. Y esto afecta directamente a la hora de querer bajar un par de kilos de más. Sin embargo, la buena noticia es que se puede activar con simples consejos.
Lo importante es seguir consejos que vengan de expertos y con base científica, no cualquier tendencia que encontramos en las redes sociales. Y es que activar el metabolismo es una de las primeras cosas que se nombra a la hora de bajar o controlar el peso.
¿En qué consiste exactamente activar el metabolismo? ¿Qué tiene que ver con la pérdida de peso? En simples palabras, acelerar el metabolismo multiplica la cantidad de calorías que el cuerpo quema en reposo y durante actividad física.
El metabolismo obedece a un conjunto de procesos que el cuerpo utiliza para convertir los alimentos en energía. Entonces, un metabolismo más activo y rápido se traduce en que tu organismo quema más energía (calorías) incluso sin hacer ejercicio.
Los expertos coinciden en formas sencillas y eficaces para incrementar el gasto calórico mediante la actividad física y siguiendo una nutrición adecuada. César Bustos, CEO de No hay excusas (NHE), especialista en Actividad Física y Ejercicio, sugiere en su platafporma:
Incluir café o té en el desayuno, o entre horas, pero sin abusar. Una taza de café o de té verde produce una activación del sistema nervioso, estimulando el organismo y favoreciendo la pérdida de grasa, esto debido a su contenido en cafeína y teína.
Si bien el huevo no es el alimento que más proteínas tiene, es uno de los más fáciles de absorver. Además, son proteínas de calidad, y su poder saciante favorece el control del apetito.
Otros alimentos ricos en proteínas como el pollo o el pescado, tienen un efecto térmico mayor que las grasas y los carbohidratos. Lo que significa que el cuerpo necesita una mayor cantidad de calorías para digerirlos y procesarlos.
Se trata de un alimento estimulante, que aumenta la saciedad así como también la temperatura corporal y, en consecuencia, el metabolismo.
Al ser alimentos ricos en yodo, contienen este mineral esencial para el correcto funcionamiento metabólico, que estimula la glándula tiroides.
Los expertos sugieren incrementar nuestro NEAT (Non Exercise Activity Thermogenesis). En otros palabras, ser activos en nuestro día a día, emitiendo señales a nuestro organismo para que mantenga el metabolismo activo y ayudarnos a adelgazar. Debemos movernos todo lo que podamos, evitar andar en auto y caminar más, así como tomar las escaleras en vez del ascensor.
Este tipo de entrenamiento es fundamental, ya que estimula el metabolismo durante la sesión, pero también por el resto del día, lo que supondrá un mayor estímulo y consumo de calorías.
Eso sí, la clave está en la intensidad. Moverse es importante, pero si no generamos un estímulo suficiente, el cuerpo no activará de forma significativa el metabolismo.
Si no tienes tiempo para ir al gimnasio, la sugerencia es realizar ejercicios de poca duración, pero de alta intensidad, a lo largo del día. Esto, no solo provoca una activación metabólica elevada, sino también ayuda a controlar la resistencia a la insulina y mejora el rendimiento cognitivo.
Se sabe que la actividad deportiva tiene repercusión directa sobre el consumo calórico y lo que ha demostrado tener más efecto es el entrenamiento mixto o combinado, es decir, realizar ejercicios de fuerza, alternándolos con un ejercicio aeróbico de alta intensidad. Por ejemplo: 10 sentadillas + 20 segundos de sprint en el sitio muy rápido + 10 burpees + 20 segundos de sprint en el sitio muy rápido + 10 flexiones + 20 segundos de sprint en el sitio muy rápido.