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Este lunes, muchos niños y niñas se preparan para regresar al colegio. Sin embargo, este regreso puede resultar desafiante para algunos, especialmente después de largas vacaciones.
Y como adultos, desempeñamos un papel crucial en ayudarlos a adaptarse de manera efectiva. Desde establecer rutinas sólidas hasta fomentar la comunicación abierta.
Esto es fundamental para ayudarlos, porque se establece un ambiente donde los niños se sientan cómodos expresando sus preocupaciones, emociones y expectativas con respecto al nuevo año escolar.
Es importante que los adultos fomenten un diálogo abierto, donde ellos sepan que sus opiniones son valoradas y que cualquier inquietud que tengan será escuchada con atención y comprensión.
Asimismo, la comunicación abierta y honesta facilita la identificación de posibles problemas en el ámbito escolar, como el acoso escolar o dificultades académicas, permitiendo intervenir a tiempo para resolverlos.
Es esencial para el bienestar emocional y el éxito académico de los niños al regresar a clases. Los lazos fuertes con compañeros de clase y amigos promueven un sentido de pertenencia en el entorno escolar.
Además, al participar en actividades sociales fuera del entorno escolar, los niños tienen la oportunidad de desarrollar habilidades sociales clave, como la empatía, la comunicación efectiva y la resolución de conflictos.
Haz hincapié en las partes emocionantes de volver a clases, como ver a amigos, aprender cosas nuevas y participar en actividades extracurriculares. Reforzando así el mensaje de que el colegio puede ser un lugar divertido.
Transmitir la idea de que la escuela es un lugar seguro donde serán cuidados y respetados refuerza su confianza y los ayuda a enfrentar el nuevo año escolar con optimismo y determinación.
Fomenta la autonomía de tus hijos enseñándoles habilidades prácticas, como organizar su mochila, preparar su almuerzo y seguir un horario sin la supervisión constante de un adulto.
Al asumir responsabilidades en estas áreas, los niños aprenden a tomar decisiones, gestionar su tiempo y resolver problemas por sí mismos. Y les dará confianza para desenvolverse en el colegio.
Practicar el manejo del estrés es una habilidad invaluable que equipa a los niños con herramientas efectivas para enfrentar las presiones y desafíos tanto en el colegio como en la vida cotidiana.
Entre las más factibles, está la respiración profunda, el yoga o la meditación. Esto, les proporciona recursos prácticos para gestionar sus emociones y reducir la ansiedad cuando se enfrentan a situaciones estresantes.
