Revista Velvet | 25 años del estreno de “Grandes Esperanzas”: Gwyneth Paltrow, Ethan Hawke y el amor en los 90’s
Cultura Pop

25 años del estreno de “Grandes Esperanzas”: Gwyneth Paltrow, Ethan Hawke y el amor en los 90’s

25 años del estreno de “Grandes Esperanzas”: Gwyneth Paltrow, Ethan Hawke y el amor en los 90’s
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25 años del estreno de “Grandes Esperanzas”: Gwyneth Paltrow, Ethan Hawke y el amor en los 90’s

POR Carlos Loyola Lobo | 02 febrero 2023

Casi todas las películas realizadas en Hollywood por Alfonso Cuarón son adaptaciones, pero el clásico literario más emblemático que dirigió resultó ser su película más subestimada. Hace veinticinco años, la versión del director mexicano para el clásico de Charles Dickens, Grandes Esperanzas llegó a los cines, con una respuesta un tanto tibia del público como de la crítica. Incluso el propio Cuarón menospreció la película en años posteriores.

Sin embargo, el tiempo nos ha hecho valorar y acá estamos frente a un drama romántico de fuertes emociones, con una banda sonora de lujo, que incluyó desde Tori Amos, pasando por Chris Cornell hasta Cesária Evora e Iggy Pop, una historia que se sostiene en la figura de una Gwyneth Paltrow durante el apogeo de su carrera, que nos regaló para siempre el retrato de su figura en un vestido verde manzana en medio del Central Park.

Con Grandes Esperanzas, Alfonso Cuarón nos regala una historia de obsesión romántica, de cumplimiento de sueños, y de devueltas de mano que la vida te da cuando has actuado bien y mal. Una historia tan épica como los grandes espectáculos que décadas después nos regaló con Harry Potter y el Prisionero de Ázkaban, Gravity y la gran Children of Men. Cuarón y el guionista Mitch Glazer mantienen el esquema general de la historia de Dickens, aunque actualizan la ubicación y la época y cambian algunos de los nombres de los personajes principales.

El protagonista ahora es Finn Bell, y es interpretado de adolescente y adulto por Ethan Hawke. En lugar de un prototipo de huérfano dickensiano que vive en una ciudad costera inglesa del siglo XIX y se prepara para convertirse en herrero, Finn es un aspirante a artista que se entrena como pescador comercial y vive en la costa del golfo de Florida en las décadas de 1980 y 1990. Todavía es huérfano, criado principalmente por el bondadoso novio de su indolente hermana mayor Maggie (Kim Dickens). Joe ( el gran Chris Cooper) le enseña a Finn a pescar y alienta sus sueños artísticos. Joe también conecta a Finn con la heredera solitaria Nora Dinsmoor (impresionante Anne Bancroft), la versión cinematográfica de Miss Havisham de Dickens. Al igual que la Srta. Havisham, la Sra. Dinsmoor contrata a Finn como acompañante y le presenta a Estella, de quien se enamora de inmediato.

A diferencia de su original, plagada de peligros y violencia, Cuarón se enfoca en el apasionante romance entre Finn y Estella. Una joven Estella hace su entrada emergiendo de la exuberante vegetación que rodea la propiedad de la Sra. Dinsmoor, Paradiso Perduto, como si fuera una criatura etérea que visita desde otro reino. Paltrow transmite esa cualidad mística en su interpretación de la Estella en edad adulta, pero Cuarón y Glazer se aseguran de que Estella nunca sea solo un objeto de deseo, sino que la película logra transmitir la profunda melancolía de Estella, incluso cuando le juega en falso al bueno de Finn.

La historia comienza con el aterrador encuentro de Finn con un convicto fugitivo, Arthur Lustig (Robert De Niro). Sin embargo, la presencia de Lustig en la vida de Finn se reduce en su vida y cobra una fuerza inusitada cambiando la realidad de nuestro héroe, hacia el final del filme. Cuarón entiende que esta es la historia de Finn y Estella, incluso cuando Estella desaparece durante largos períodos de la película, mientras que Finn está ocupado ascendiendo en el mundo del arte de la ciudad de Nueva York gracias a un misterioso benefactor. Sin embargo, y gracias a las maniobras de Cuarón, cada vez que el personaje de Gwyneth Paltrow aparece, atrae toda la atención del espectador. Se trata del periodo más luminoso de la actriz que luego se vería acreedora del Oscar por Shakespeare in Love.

Cuarón juega con la paleta de verdes, el color de la esperanza del que hace referencia el título de la película. Se mueve entre Florida, donde está la mansión de la señora Dinsmoor y la Nueva York de los 90’s y las galerías de arte. “No voy a contar la historia de la forma en que sucedió”, dice Finn en la narración de apertura. “Voy a contarlo como la recuerdo”. Y es que toda la película está impregnada de esa sensación de ensueño, y la narración del personaje de Ethan Hawke le agrega una poética melancolía. Hipnótico romance que nos envolvió en plenos noventa, una de las películas icónicas para una generación de jóvenes entre 15 y 18 años que absorbieron un texto de Dickens modernizado y que este año cumple 25 años. Vale la pena volver a visitarla.

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