Revista Velvet | 10 tips para mantener una relación sana con la tecnología y las pantallas
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10 tips para mantener una relación sana con la tecnología y las pantallas

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10 tips para mantener una relación sana con la tecnología y las pantallas

POR Carlos Loyola Lobo | 28 marzo 2023

El término “pantallismo” se viene utilizando con frecuencia desde hace una década y hace referencia al uso excesivo de los dispositivos con pantalla en nuestra vida cotidiana. Para frenar este fenómeno ya totalmente generalizado, se están ensayando todo tipo de estrategias.

Y estos intentos por prevenir los efectos no son nuevos. Paradójicamente, los impulsores de estas tecnologías se han caracterizado por impedir que sus hijos accedan a sus propias creaciones. En 2010, Steve Jobs reconoció que sus hijos nunca habían usado un iPad, mientras que Bill Gates no permitía que los suyos usaran dispositivos con conexión a internet. Este tipo de restricciones siguen practicando con ejecutivos actuales. Sin ir más lejos, a Tim Cook, actual presidente de Apple,  le molesta cuando descubre a su sobrino pequeño pegado en las redes sociales. Si los creadores de estos artefactos toman tantas precauciones, significa que hay motivos sobrados para regular el llamado “pantallismo”. De momento, sabemos que el abuso de estos gadgets aumentan los índices de obesidad, el insomnio, los problemas de cuello y de espalda y, además, perjudican la visión.

Más allá de estos efectos colaterales físicos, muchos terapeutas relacionan la adicción a las tecnologías con la ansiedad, la depresión y el bajo rendimiento escolar o laboral. Para evitar estos peligros, según los especialistas, los niños no deberían pasar más de dos horas al día frente a una pantalla. En cuanto a los adultos, lo recomendable sería desconectar de las redes una vez terminado el horario de trabajo. Si asumimos que esta tecnología ha llegado para quedarse, debemos aprender a convivir con ella aprovechando sus ventajas y minimizando sus riesgos.

El periodista británico Matt Haig, que alcanzó gran notoriedad con su novela La Biblioteca de la Medianoche, ha enfocado buena parte de su carrera profesional en la salud mental. Consciente de que esta depende también del buen o mal uso de las redes, nos propone este decálogo para una relación saludable con la tecnología.

Practica la abstinencia de las redes sociales. Será la prueba de que tienes el control sobre ellas, y no a la inversa. Haig destaca que esta voluntad es un músculo que debe fortalecerse con la práctica.

No googlees tus síntomas. Los médicos desaconsejan navegar por las redes en busca de información ante cualquier síntoma, a menos que, como señala el periodista inglés, “quieras convencerte de que vas a morir antes de irte a dormir”.

A nadie le importa cómo te ves. Todo el mundo está preocupado por su propio cuerpo. Por tanto, olvídate de lucir como supuestamente espera el resto.

Lo que parece real puede no serlo. Pensar que las publicaciones de Facebook o Instagram son la vida real puede causarnos frustración al compararlas con nuestra propia existencia.

La gente es mucho más de lo que muestra en sus redes. Casi nadie postea cuando está deprimido o se está aburriendo. Lo que vemos en las pantallas tal vez sea el 1% de su realidad.

No sigas a nadie por odio. El contagio emocional llega también de las redes, por eso es mejor frecuentar cuentas que permiten aprender y atesorar energía positiva.

Desconfía de los ratings. Como ejemplo, en la plataforma para aficionados a la literatura, Goodreads, William Shakespeare tenía una valoración de 3,7 sobre 5.

No te pierdes nada. Para evitar caer en el FOMO (miedo a quedarte fuera de todo), la clave es dejar de estar pendiente del exterior para tratar de ser feliz con quién eres.

No aplaces nada. El autor recomienda: “Jamás retrases o postergues una comida, sueño, ejercicio o interacción humana por estar mirando tu celular”.

Mantente humano. En la era del marketing gobernado por los algoritmos, el desafío es ser alguien que ningún ordenador pueda predecir.

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