Revista Velvet | Vimos “The Northman” y te contamos qué nos pareció
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Vimos “The Northman” y te contamos qué nos pareció

Vimos “The Northman” y te contamos qué nos pareció
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Vimos “The Northman” y te contamos qué nos pareció

POR Carlos Loyola Lobo | 19 abril 2022

Un nuevo evento cinematográfico está entre nosotros. Es curioso lo que viene sucediendo de un tiempo a esta parte. Se construye una gran algarabía por un nuevo anuncio de un filme, se lanza tráiler, se muestra poster, se discute mucho en redes, se habla de un “hype” alto cuando aparecen las primeras críticas y que en apariencia son favorables. Hay todo un aparataje mediático en torno a un nuevo estreno, y cuando ve la luz al público masivo ese destello parece apagarse, porque ya hay otra película que viene y que está siendo el centro de atención. Hace tres semanas atrás fue The Batman. Hace dos, fue Animales Fantásticos 3. Ahora es The Northman. Y así. Pero antes que el destello de esta historia de vikingos se apague, hablemos de ella. Porque en Velvet la vimos antes que todos en una función especial. La película protagonizada por un gran elenco liderado por Alexander Skarsgaard se estrena este jueves 21 en todas las salas del país.

La gran gracia que nos quiere contar The Northman y que a poco andar como espectadores vamos percibiendo las similitudes, es que toda esta historia refiere al mito nórdico que dio origen a Hamlet, la tragedia de Shakespeare, sobre el hijo del Rey que viene a cobrar venganza a quien mató a su padre, que no es otro que su propio tío. El personaje de Skarsgaard es Amleth. La referencia entonces se vuelve inequívoca. Su padre, el Rey Aurvandil (Ethan Hawke) es traicionado por su propio hermano (Claes Bang), quien lo asesina, el chico huye, se cría y crece junto a otra comunidad y ya convertido en un hombre vuelve a su país, junto a un grupo de esclavos entre los que figura Olga (Anya Taylor-Joy) y que se transforma en su objeto de afecto, para cobrar venganza de su tío, quien se ha casado con su madre, la Reina Gudrún (Nicole Kidman).

Básicamente esa es la historia. Esto es Shakespeare en clave Vikingos o si se quiere incluso cercana al mundo de Game of Thrones, pero más salvaje que eso -si es que cabe serlo-. Y es que la gran proeza de su director Robert Eggers es que además de la brutalidad explícita en escenas y en el carácter de los propios personajes del filme, es otorgarle densidad a la historia, plagándola de referentes propios de dicha cultura, como el mito de las Valkirias, que son esta suerte de sacerdotisas guerreras que atendían a los ejércitos teutónicos. O la constante referencia al Valhalla, como este lugar espiritual donde trascienden las almas de los guerreros más valientes del mundo. Imágenes etéreas que se contraponen a la energía brutal del resto del filme.

Incluso, si quisiéramos hilar más fino, encontraríamos momentos donde hay guiños a la mitología griega de las ninfas y los sátiros en el bosque. Incluso, si bien no tan desarrollado como en la tragedia del dramaturgo inglés, están presentes los brujos en los personajes de Willem Dafoe y Björk, que vienen a sumarle mayor intensidad a un filme que termina siendo una fuerza de la naturaleza, y que además conversa con los elementos de ella: el fuego, el agua, la tierra, la sangre. Y lo hace de una manera muy inteligente, con una proeza visual y una vitalidad furibunda, primaria, muy coherente con la historia que se cuenta.

Seguramente no estamos ante una película que gustará a todo público. De partida, es un filme no apto para estómagos delicados ni tampoco para buscar escapismo en la sala de cine. En este filme hay una densidad particular pero que no deja de entretener. Es una historia que siempre te mantiene interesado, curioso y expectante. En resumidas cuentas, The Northman es toda una experiencia que con su bravura merece ser vista.

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