Hay algo en las francesas que siempre es memorable. Nunca se esfuerzan demasiado, el look es descuidado y natural, pero el impacto infinito. Saben de moda y saben de belleza. Cuando viajé por primera vez a París en 2018, aparte del Louvre, una parada en Café des Deux Moulins muy a lo “Amélie” y disfrutar un picnic con baguette, queso y vino cerca de la Torre Eiffel, hice una larga (y bastante cara) visita a una farmacia francesa.

Las amantes del cuidado de la piel saben que están llenas de productos de belleza de culto. Muchas de las marcas están en Chile, pero me quise sentir como una real parisina, o al menos la que imaginé en mi mente cliché. Aunque no llegué a los labios rojos perfectamente difuminados, encontré un aroma que me acompaña hasta hoy. No es Chanel Chanel Nº 5, sino un clásico que utilizan celebridades como Jennifer Aniston y Scarlett Johansson: el Huile Prodigieuse de NUXE.

Este aceite seco multiusos ilumina y suaviza el rostro, cuerpo y el pelo, y además tiene ese olor que simplemente me encanta; un floral intenso que evoca al sol y te hace sentir un poquito mejor sobre la vida.

Actualmente es el aceite número 1 en Francia y otros países como España, Italia y Portugal. Se vende una unidad cada 7 segundos y lo entiendo.

Se lanzó en 1991, mucho antes de la obsesión actual por los aceites faciales y sigue siendo tan popular porque simplemente funciona. Es cero pegajoso y se absorbe inmediatamente donde te lo pongas. ¿En mi caso? En todos lados. A veces cuando alguien entra a la oficina y dice qué rico olor, la directora digital, Sole Hott, responde: “Es el aceite que se pone la Pauli”. No está demás que aporta al cutis y pelo un brillo único. Básicamente es iluminador, hidratación y fragancia.

Cuando me enteré que el próximo Velvet Tester sería de Nuxe pensé esta es mi oportunidad para probar Huile Prodigieuse Or, que tiene un efecto súper iluminador gracias a partículas doradas y color añadido, pero no es brillante en absoluto. Es más bien un resplandor, con siete aceites preciosos 100% vegetales, y mi nueva obsesión. Esperando que llegue el verano para lucirlo en su totalidad, pero ya usándolo incluso sola en mi casa. Recuerda agitar antes de usarlo y te lo recomiendo en el puente de la nariz y los pómulos, ¿por qué no ser una versión más dorada de nosotras mismas?

Lo que jamás había probado de Nuxe era su gama de antienvejecimiento. Me invitaron a probar Merveillance Lift Sérum, que contiene aceite de microalgas y promete alisar, reafirmar y tonificar desde la primera aplicación. Y sí, lo sentí. Esta textura te deja la piel más firme, como si te hubieras tomado unas vacaciones express: luminosa, descansada y con efecto “retorno de playa” sin necesidad de pasajes. Tiene ese algo que solo los productos franceses logran –un gesto sencillo que se traduce en un impacto inmediato– y que hace que quieras volver a aplicarlo la noche siguiente, como un pequeño lujo cotidiano.

Tengo algo así como una confusión capilar: nunca estoy del todo feliz con mi pelo. Todos los días pienso en cortarlo, en cambiarlo, y muchas veces me arriesgo sin miedo. No soy tan responsable con él como con mi piel, y todavía no encuentro el shampoo perfecto para mi frizz. Pero lo que sí sé es que el Hair Prodigieux Intense Nourishing Leave-in Cream se quedará en mi rutina.

Después del secador y la plancha, mi pelo es más fácil de peinar y está protegido contra el calor hasta 220 °C. Al final, lo que más me conquista es su olor: ese sello inconfundible de Nuxe que hace que el cuidado también sea un lujo sensorial.

Otra sorpresa fue Rêve de Thé Fresh-Feel Deodorant. Con extracto de té verde, deja una sensación de frescura inmediata y, lo mejor, no mancha la ropa. Jamás había probado un desodorante natural y sin aluminio, y aunque tenía miedo de que no funcionara, ocurrió todo lo contrario: me acompañó con frescor durante muchas horas. Sin duda es un hallazgo que continuaré sumando a mi rutina diaria, se siente ligero y respetuoso con la piel.

Por último, me animé a probar el Rêve de Miel Honey Lip Care. Tiene ese acabado jugoso que recuerda a la miel, pero sin la incomodidad pegajosa, dejando los labios suaves y nutridos. El envase, con su aplicador que parece un pequeño cucharón de miel, es simplemente cool y convierte algo tan cotidiano como hidratarse los labios en un gesto casi gourmet.

Y claro, se ha convertido en el compañero perfecto de mi ya fiel Very Rose Lip Balm, que uso todas las noches como mascarilla y que me hace sentir, literalmente, la vie en rose. Porque si algo tienen los productos de Nuxe, es esa capacidad tan francesa de transformar la rutina más simple en un pequeño ritual de belleza y placer.