Soy Celine Dion, el muy anticipado documental de la cantante canadiense y donde revela detalles del llamado Síndrome de la Persona Rígida que la afecta, ya está disponible para ver a través de la plataforma Prime Video. El registro, dirigido por Irene Taylor, ya está siendo aplaudido por los críticos. Y muchos ya la dan como clara candidata a la categoría de Mejor Documental en la próxima entrega de los Oscar.

El largometraje de 1 hora y 42 minutos de duración muestra a la artista de 56 años enfrentando los desafíos de esta rara enfermedad neurológica que la ha mantenido alejada de los escenarios desde finales de 2022. En una de las escenas más impactantes, durante los primeros 20 minutos del metraje, vemos a la cantante sufrir una convulsión durante varios minutos mientras es atendida por su terapeuta de medicina deportiva, Terrill Lobo. Este incidente sucede después de una sesión de grabación, lo que sugiere que la sobreestimulación puede desencadenar estos episodios.

“Fue muy inquietante. Muy perturbador. Sé que es duro para algunos espectadores, también lo fue para mí. Pero te diré que Celine se sintió validada al verse así. Y pensó que la ayudaría si otras personas pudieran entender cómo es este síndrome”, explicó su terapeuta. Y añade: “Parte de la enfermedad es que cuando entras en una contracción, a veces la señal para liberarla no se entiende. Por lo que termina quedándose en una posición contraída”.

Ganadora del Oscar y del Grammy, Celine describe su frustración y la vergüenza que siente al perder el control de su cuerpo. “No sé cómo expresarlo, es como no tener control de ti misma”, comenta Dion. Este sentimiento de impotencia se ve agravado por el impacto de la enfermedad en su voz, su principal herramienta de trabajo. En una escena, Celine intenta cantar I Wanna Know What Love Is de Foreigner, para graficar cómo le afecta esta enfermedad. Y el resultado es que su voz suena afónica y desafinada, no pudiendo llegar a los tonos altos que, hasta antes de la enfermedad, se le daban con mucha facilidad.

Pero a pesar de las dificultades, Dion mantiene la voluntad arriba: “Si no puedo correr, caminaré. Si no puedo caminar, me arrastraré. Pero no me detendré”, dice la cantante. Soy Celine Dion ofrece una perspectiva íntima de la vida cotidiana de la estrella durante su pausa de los escenarios, mostrando cómo interactúa con sus hijos, cuida de sus mascotas y realiza tareas domésticas en su mansión de Las Vegas.

El documental también presenta imágenes de archivo que la muestran en el climax de su carrera, contrastando con la realidad actual impuesta por la enfermedad. Se incluyen momentos de actuaciones pasadas, como interpretaciones de su mayor éxito, la canción principal de Titanic, My Heart Will Go On, algo que deja en mayor evidencia cuánto ha impactado este golpe en su vida.

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Dion revela en el documento audiovisual que ha estado lidiando con síntomas durante casi dos décadas antes de recibir el diagnóstico correcto. Inicialmente, atribuyó sus problemas de salud a infecciones nasales y oídos. “No puedo mentir más”, afirmó en el documental, explicando por qué decidió ser abierta sobre su condición.

En una notable muestra de adaptación y perseverancia, Dion logra grabar exitosamente una canción para la cinta romántica Love Again, que se estrenó durante el año pasado. Y donde también aparece, demostrando que puede adaptar su voz a su nueva realidad. A pesar de las dificultades que enfrenta, el filme termina con una nota de esperanza.

Además, Soy Celine Dion aborda temas más amplios como el envejecimiento en la industria del entretenimiento y la vulnerabilidad de las figuras públicas. En ese sentido, utiliza la metáfora de un manzano para describir su situación actual, explicando que antes daba “las mejores manzanas”, refiriéndose a su talento, pero ahora sus “ramas empiezan a caer a veces, a torcerse, y esas ramas empiezan a producir menos manzanas”.