Definitivamente este no ha sido el año de familia monegasca y mucho menos el de la princesa Charlène. Y mientras los rumores de separación rodean el principado, la esposa del príncipe Alberto de Mónaco no ha podido regresar de su viaje a Sudáfrica debido a un problema de salud. Y, por si fuera poco, una nueva paternidad del príncipe fuera del matrimonio ha salido a la luz en las últimas semanas.

Además, Charlène recibe críticas en sus propias redes sociales por su salida de la Costa Azul y no estar con sus hijos, Gabriella y Jacques de 6 años. Y como si se tratara de una película, la historia solo pareciera no mejorar. Por lo menos, no a corto plazo. Hace un par de días la princesa se sometió a una nueva intervención quirúrgica y podría no ser la última.

Por lo mismo, y ante esta”nube negra” no es de extrañar la exnadadora haya reforzado su círculo íntimo de confianza sudafricano. Con su familia más directa y su “bruja”, la numeróloga Dawn Earl.

La historia de Charlène nunca ha sido fácil, y desde que llegó a la Costa Azul para ser princesa consorte de Mónaco, nada ha sido sencillo. Es más, ella misma le comentó a una amiga que era como estar en “un pueblo de tiburones y víboras”. Recordemos que en sus inicios como integrante del principado, se burlaban de su limitado francés, la familia no la recibió de forma cálida por no ser glamourosa para sus parámetros y no entendían ni su mentalidad ni su sentido del humor, entre otras diferencias con la corte.

Alejada de su Sudáfrica natal, y sin saber en quién confiar, la princesa prefirió a alguien externo. Formando una peculiar alianza entre una royal y una “bruja” profesional.

Pero, ¿quién es Dawn Earl?

Los medios aseguran que antes de convertirse en la confidente y asesora de la princesa de Mónaco, fue parte de un oscuro culto o secta en Australia basado en la numerología. Así lo explica el periodista Stéphane Bern de Paris Match, quien afirma que a estas alturas “Charlène de Mónaco no toma la más mínima decisión sin el consejo de su adivina”.

Dawn Earl llegó a la vida de la princesa en medio de su “mala pasada” con la corte y se convirtió en su mejor guía para hacer limpieza. Así, aquella experta en números y energías cósmicas pasó a ser su asesora personal. Entre sus consejos, a qué cita acudir a cuáles no y con quiénes relacionarse, es parte del listado. Así como también en otras decisiones de la princesa como los viajes oficiales.

Además, la publicación estadounidense Woman’s Day publicó hace tiempo que Charlène “dejó su futuro en manos del esotérico estudio de los números, incluso llegando a implicar a Alberto. Antes de atender cualquier evento real, Charlène consulta a su numeróloga, a veces de último minuto, para decidir si va o no. Si los números no están alineados a su favor, Charlène simplemente no acude”.

Cabe destacar que no es la única royal que ha recurrido a externos para “sobrevivir” al mundo de coronas por el que caminan. Si bien nadie lo critica, lo que si le cuestionan es la persona elegida. Porque todo el mundo sabe que existe, pero no hay una sola foto suya y ningún monegasco se atreve a hablar sobre el tema.