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El viernes pasado debutó la segunda temporada de Gran Hermano Chile. El estelar tiene a 22 participantes viviendo en la casa estudio, pero la convivencia no ha sido fácil, al menos para uno de ellos.
El Filtrador informó que Pedro Astorga (36) pidió dejar el reality de Chilevisión. “Habría explicado a la producción en al menos tres ocasiones que le gustaría dejar el programa. Las mismas fuentes precisaron a este portal que esta inquietud de Astorga motivó un llamado al confesionario donde, de momento, lo habrían convencido de continuar”, explicó el sitio.
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Durante sus primeras horas de encierro, el publicista, que es primo de Pangal Andrade, se mostró algo introvertido y evitó el contacto con sus compañeros.
Astorga vive en el Cajón del Maipo y es fan de los deportes extremos. Es kayakista y ha representado a Chile en varias competencias y mundiales de rafting alrededor del mundo. “Se considera una persona sencilla y más bien solitaria. La vida que él eligió lo ha llevado a estar hoy soltero, por la dificultad de entablar una relación al estar viajando todo el tiempo y dedicado cien por ciento al deporte”, se lee en la biografía sobre el participante. Además es hijo de Ricardo Astorga, reconocido documentalista chileno con innumerables trabajos en televisión y cine.
El participante ya tuvo su primer conflicto con Sebastián Ramírez. ¿La razón? El orden y la convivencia de la casa. El publicista tildó de agresivo al productor de eventos, pero el último respondió que estaba “cero agresivo”. “Pedro Astorga le hizo un llamado de atención a Sebastián Ramírez cuando hablaba de las responsabilidades de lavar la loza. Y es que mientras Ramírez reclamaba que no le ponían atención, Astorga decidió frenar su odiosidad: Tú también lo estay diciendo en un tono desagradable… estás un poco agresivo. Además remató con que la idea de Seba -de que cada uno debía lavar su propia loza usada- no lo convencía, dado que le explicó que igual da lata de pedir las cosas“, explicó Chilevisión.
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Conversando con Michelle Carvalho , el deportista confesó que se siente intranquilo respecto a la falta de tolerancia que tienen algunos participantes dentro de la casa de Gran Hermano Chile. “Lo bueno es que estoy mejor de cabeza que antes. Estoy menos preocupado de algunas cosas (…) Ayer me di cuenta que cualquier persona, en cualquier momento, puede explotar. Es fácil, porque hay mucha gente y empatía hay muy poca. Como que todos pueden tener un discurso, pero a nadie le importa nada”, reflexionó Astorga.
Michelle Carvalho coincidió y se quejó del ruido de la primera noche, en especial por los gritos de Sebastián Ramírez, a pesar de que el resto de los compañeros estaban durmiendo.
