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Durante la semana pasada, en el marco del cumpleaños 96 de la reina, el equipo de la Reina Isabel II sufrió un problema de seguridad, que tuvo como resultado un intruso que se hizo pasar por sacerdote, y casi pudo entrar al Castillo de Windsor sin problema.
El implicado se vistió de acuerdo a su personaje y logró abrirse paso convenciendo al equipo de seguridad fingiendo ser el Padre Cruise, un amigo del capellán militar de la Guardia de Coldstream, lo que le dio el privilegio inmediato de introducirse sin siquiera mostrar una identificación.
Luego de ingresar a la propiedad cercana al castillo, se abrió paso hasta el cuartel donde se encuentran los soldados que cuidan a la monarca, e incluso pasó la noche comiendo y bebiendo con oficiales superiores mientras contaba historias de su servicio en Irak.
Según The Guardian un portavoz de la policía de Thames Valley dijo que recibieron un informe de un intruso en el cuartel Victoria en Sheet Street, Windsor, a las 9:20am del miércoles. Confirmaron que «los agentes acudieron y sacaron al intruso del cuartel. No fue necesaria ninguna otra acción».
Tras lo ocurrido, se está investigando una «extraordinaria violación de la seguridad» que tendría carácter prioritario. Y también se señaló que el ejército «se toma muy en serio esta violación de la seguridad».
Por otro lado, y a pesar de que el cuartel está cerca del castillo, la monarca no se encontraba en el lugar, ya que estaba festejando su cumpleaños en Sandringham y regresó a las horas de lo sucedido.
