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Pero, ¿quién fue el gran amor de Elizabeth Taylor? Según la revista People, la producción “deja las cosas claras”.
Ese puesto, no se lo lleva ni Conrad Hilton, Michael Wilding, Eddie Fisher, John Warner o Larry Fortensky (maridos número uno, dos, cuatro, seis y siete, respectivamente). Ese lugar es para Mike Todd, el marido número tres, por lo menos hasta la llegada de Richard Burton.
La actriz y el productor de teatro y de cine estadounidense dijeron sí, acepto en 1957, pero estuvieron apenas 13 meses casados. Él falleció en un trágico accidente aéreo seis meses después del nacimiento de la primera hija de la pareja, Liza Todd. “Su historia de amor es muy conmovedora, pero también tuvieron relación complicada” , explicó la directora a People.
Elizabeth Taylor volvió a rearmar su vida rápidamente con el cantante Eddie Fisher en 1959. Se casaron tres horas después de que él finalizara su divorcio con Debbie Reynolds. “Nunca amé a Eddie. Me gustó. Me sentí mal por el. Y me gustaba hablar con él. Pero él no era Mike”, dice en las cintas. La muerte de exmarido le afectó en este periodo y le confesó al periodista Richard Meryman que intentó suicidarse con pastillas para dormir porque “estaba harta de vivir”.
Su segundo gran amor fue Richard Burton. La pareja se casó en dos oportunidades. “La necesidad de Taylor de ser dominada, como confiesa la actriz, llevó a su tempestuosa relación con Burton, a sus 11 películas juntos y a sus dos matrimonios y dos divorcios entre 1964 y 1976”, explicó la directora.
Según Taylor se enamoró de Richard en 1962, durante el rodaje de Cleopatra, una mañana en la que él apareció en el set con una resaca monumental. Pero se vieron por primera vez muchos años atrás, en una fiesta en casa de Stewart Granger. Se los catalogó como la pareja más sexy del planeta, además tenían talento, belleza y riqueza.
Les unió además su pasión por el sexo, por el alcohol y por las discusiones desenfrenadas. Los dos estaban casados cuando comenzaron a verse y hasta el Vaticano criticó la relación. Condenó públicamente su relación describiéndoles como unos “vagabundos eróticos” e incluso el Congreso de Estados Unidos se planteó prohibirles la entrada al país.
“Al principio, Richard pensó que se trataría de un flirt más, pero se convirtió en amor, el más profundo de su vida. Para ella también supuso un antes y un después. Richard era un hombre guapo, inteligente y divertidísimo. Todos los que le habían visto en el teatro sabían que estaba destinado a ser uno de los intérpretes de Shakespeare legendarios”, escribió Vanity Fair.
Ambos eran tan excéntricos que cuando viajaban 156 maletas. El diario El País recordó que además la pareja bebía y gastaba en exceso.
“Liz y a Richard les encantaba discutir, en privado o en público, y se tomaban los insultos como preliminares sexuales. Cada bronca se convertía en una noche de pasión y una nueva joya a la mañana siguiente”, agregó la revista. Luego de 10 años de matrimonio, el amor se terminó. El 26 de julio de 1976, tras alegar diferencias irreconciliables, a Elizabeth le concedieron el divorcio. “Quizás nos amábamos demasiado”, explicó la actriz años después.
Elizabeth Taylor falleció a los 79 años por una insuficiencia cardiaca en 2011.
