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El presidente de Francia, Emmanuel Macron, visitará este viernes las obras de restauración de la catedral de Notre-Dame en París, antes de su esperada reapertura el próximo 7 de diciembre.
Notre-Dame de París (Nuestra Señora de París), una obra maestra gótica medieval, es uno de los monumentos más queridos y visitados de la capital francesa. Y han pasado cinco años y medio desde el devastador incendio que destruyó su techo y aguja, causando importantes daños en todo el monumento.
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Sus características icónicas incluyen las bóvedas de arista, los arbotantes, las impresionantes vidrieras y las gárgolas talladas en piedra, elementos que han sido celebrados en libros y películas a lo largo del tiempo.
La primera piedra fue colocada en 1163, y su construcción continuó durante gran parte del siglo siguiente, con importantes restauraciones y añadidos realizados en los siglos XVII y XVIII.
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La noche del 15 de abril de 2019, el techo de la catedral se incendió. Rápidamente, las llamas envolvieron la aguja y casi derriban las torres principales.
El techo colapsó, pero las torres y la fachada lograron resistir. Hasta el momento, no se ha determinado con certeza qué causó el incendio. Las autoridades francesas han señalado que pudo deberse a un fallo eléctrico o a un cigarro encendido.
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El sábado 7 de diciembre, el presidente Macron ofrecerá un discurso frente a la catedral. Luego, el arzobispo de París, Laurent Ulrich, golpeará las pesadas puertas de Notre-Dame con su báculo pastoral.
Desde el interior, se cantará un salmo tres veces en respuesta al llamado, tras lo cual las puertas se abrirán. El arzobispo bendecirá el antiguo órgano de la catedral antes de que comience a tocar. La ceremonia continuará con un servicio religioso.
Este servicio será solo para invitados, aunque la lista de asistentes aún no ha sido revelada. Después, habrá un espectáculo transmitido desde la plaza de la catedral, cuyos detalles tampoco han sido anunciados.
El domingo 8 de diciembre, el arzobispo celebrará la primera misa de la catedral tras su reapertura. Esta será la primera de ocho días de misas dedicadas a agradecer, entre otros, a los donantes que financiaron la restauración y a los bomberos que ayudaron a salvar el monumento.
