En diciembre del año pasado, en pleno fulgor de Spider-Man: No Way Home, siendo mencionada incluso para ser incluida en las nominaciones a los Oscar pasados, cosa que no logró al menos en las categorías principales, Tom Holland participó en un press junket junto a Jake Gyllenhaal, en donde el protagonista de Brokeback Mountain declaraba el deseo de poder ver en un futuro alguna versión del superhéroe arácnido dirigida por Pedro Almodóvar, a lo que Tom Holland pregunta extrañado “¿Quién es Pedro Almodóvar?”, situación que generó debate y polémica en redes sociales donde los usuarios no perdonaban que el actor inglés y novio de Zendaya no conociera el realizador español, que a estas alturas es ampliamente conocido por el mundo del cine en Hollywood y por cierto, en el circuito europeo.
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— AFilmAPainting (@AFilmAPainting) December 24, 2021
A pesar de la sorpresa, Tom Holland fue por más. Madonna, una de las megaestrellas famosa por todo el mundo, transversal en edad, clases sociales, etnias y religiones, quizás una de las celebridades más conocidas del mundo, no era conocida por Tom Holland. Al menos hasta 2018. Y la conoció a partir de un momento vergonzoso que vivió con ella y que difícilmente olvidará.
Durante una entrevista en The Graham Norton Show, la estrella del Universo Cinematográfico de Marvel (MCU) contó que vivió un divertido aunque curioso episodio con Madonna. Todo esto sucedió después de la ceremonia del Oscar del 2018: “Fui a una fiesta y un viejo amigo, que es mánager, se acercó a mí y me dijo: ‘¡Tom! ¡Tom! ¿Conoces a Madonna?’, y le respondí, Es curioso, pero no. Entonces, me arrastró por la discoteca y me la presentó”, relató Tom Holland. Y completamente nervioso, no pudo decirle más que un “hola” y quedarse callado. Fue así como su amigo salió a rescatarlo.
“Jason dijo: ‘Madonna, Tom es un bailarín increíble’. Lo miré como diciendo, ‘voy a matarte’. Ella me dice: ‘¿En serio? Es algo que me gustaría ver’”, añadió Tom Holland. Luego dijo que tenía “dos opciones: desvanecerme, desmayarme, o llevar a Madonna a la pista y mostrarle mis movimientos”. Sin embargo, acorralado, se decidió a demostrar lo que sabía.
“Como soy un idiota, fui por la segunda opción. Personifiqué a Billy Elliot en el teatro, quien era un gran bailarín. Pero eso era coreografiado. Empecé a bailar con ella, no hice mucho con mis brazos, hice dos pasos y ella estaba poco impresionada. Así que renuncié y me fui. Dejé a Madonna bailando sola en la pista de baile”, confesó el actor.