Revista Velvet | Todo lo que debes saber sobre la cosmética azul
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Todo lo que debes saber sobre la cosmética azul

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Todo lo que debes saber sobre la cosmética azul

POR Sole Hott | 03 agosto 2020

Si hablamos de plástico en el mundo y su uso, lamentablemente la industria de la cosmética no puede quedar fuera. Es más, si lo enfocamos en el plástico de un solo uso, definitivamente juegan un rol importante. Pero también, cada vez son más las marcas que han hecho cambios, y otras que planean hacerlo, para no contaminar los océanos.

La cosmética azul es precisamente parte de la tendencia que busca proteger los ecosistemas marinos y así generar un cambio real en favor del medio ambiente. La cual incluye a la cosmética ecológica, que no es lo mismo que la “azul”.

Mientras la ecológica apunta al medio ambiente en general y se preocupa de la sustentabilidad de los productos, la cosmética azul se enfoca en aquellas prácticas de la industria de la cosmética que afecta directamente a los océanos. Desde los envases a la recolección de ciertos componentes marinos.

Como usuarios conscientes del cambio climático y lo que el ser humano puede llegar a generar en el planeta, hoy se buscan productos ecofriendly. De ahí el avance de la cosmética ecológica y el incremente que está teniendo la cosmética azul, abriéndose paso en la industria. Lento, pero seguro.

“Cada año, alrededor de ocho millones de toneladas de plástico se acumulan en los océanos, lo que asciende en la actualidad a un total de 150 millones de toneladas de plástico en el fondo del mar”, dice Sarah Jay, la creadora del documental Toxic Beauty (2019) y fundadora de All Earthlings, una asociación que se dedica a mejorar los sistemas de transparencia en las cadenas de distribución de la industria cosmética.

¿Cómo puede una marca volverse ‘azul’?

Si bien los expertos aseguran que existen muchas formas de hacerlo, hay dos que destacan sobre el resto, ya que son las que tiene un mayor efecto. Primero, tener envases que sean 100% reciclables. Y segundo, reemplazar aquellos componente de origen marino y prohibir ciertos compuestos químicos en la formulación de productos (como aquellos que decoloran los arrecifes de coral).

El escualeno, por ejemplo, que se utiliza en productos hidratantes, se obtiene del hígado del tiburón. Y algunas marcas ya han comenzado a buscar otras formas de extracción. Su versión vegetal biosintética se puede obtener de la caña de azúcar. Las microesferas, por su parte, son partículas que encuentras en la fórmula del exfoliante facial y en protectores solares. Son las responsables de la decoloración de los arrecifes de coral, pero la buena noticia es que muchas las firmas comienzan a trabajar en productos que no lo tengan, o bien, buscar alternativas.

Dime cómo te envuelves y te diré qué tanto daño haces

Envases, etiquetas, envoltorios. Te compras una crema y lo más probables es que al terminarse éste termine en la basura. Lo usaste una sola vez, pero contaminarás el océano para siempre. De ahí la importancia de la tendencia hacia envoltorios ecológicos, alternativos o de plástico reciclado.

Sobre esto, la documentalista Sarah Jay también ha levantado una alerta para no confundir las reales intenciones detrás de aquellas marcas que dicen estar en esta transición. Deben “Asegurarse de que la formulación de sus productos no sea contaminante y tener una política respecto a sus envases que permita que se puedan utilizar más de una vez, que no generen residuos y no usen plástico”. Para Jay muchos de ellos pueden tener política ecofriendly y aportar a diferentes asociaciones que protegen el ecosistema marino, pero simplemente es una forma de tapar su verdadero impacto en el medio ambiente.

El llamado de los expertos es a realizar un cambio estructural, se debe partir desde la base. Es decir, al pensar el producto. Desde su creación, hasta lo que ocurrirá con el envase cuando se termina el producto. Darle prioridad al vidrio o al papel. Marcas como Lush Cosmetics, por ejemplo, que hace décadas cambió vende sus productos sin plásticos de por medio, pero también innovó en las fórmulas. Como la del shampoo líquido por una pastilla sólida. Para deshacerse de la botella en la que debería venir el shampoo, se deshicieron del agua en su fórmula.

Otras empresas como Unilever y L’Oreal, han firmado el acuerdo New Plastics Economy de Ellen MacArthur Foundation, la que tiene como objetivo incentivar hacia un sistema de plásticos que funcione. Poco a poco las firmas comienzan a aportar con líneas ecofriendly o generar campañas para cambiar la producción y hacerla menos contaminantes, y en un futuro cercano eliminar residuos que sean dañinos.

El océano tiene una capacidad de regeneración impactante, sin embargo, el ser humano también tiene una capacidad de contaminación potente y está en nuestras manos cambiar el futuro de nuestro planeta. Hoy el usuario lee las etiquetas y la transparencia es clave. El consumidor hoy tiene en sus manos la posibilidad de cambiar la industria y cuidar el medio ambiente.

 

 

 

 

 

 

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