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No, esta historia no tiene nada que ver con Bridgerton. Elizabeth, también conocida como Sissi fue una emperatriz y su historia es real. Aunque si eres un fan de Bridgerton y de The Crown, esta es la serie perfecta para satisfacer todos tus deseos a la hora de elegir una serie. Y si te gustan las novelas de época, llenas de amor, traición y vestidos exuberantes, entonces ponle play a este nuevo drama histórico. The Empress se estrenó el 29 de septiembre y se ha ubicado durante semanas en los primeros lugares de lo más visto del servicio de streaming. Y la parte más entretenida, es que está basada en una historia real.
La historia de esta rebelde emperatriz, que llegó al trono casi por casualidad, llenó páginas de libros que contaron su historia; fue llevada al cine y protagonizada por grandes actrices, y aunque murió en 1898, su historia ha sido tan potente que aún hoy vuelve a atraparnos. Apodada “Sissi”, tuvo una educación informal en la que sus padres la animaron a explorar el campo y a disfrutar de actividades creativas. Sissi fue descrita como una mujer de mente libre y considerada como “la primera celebridad de la realeza en Europa” después de casarse con el emperador Francisco José I de Austria y reclamar el título de emperatriz de Austria.
Datos curiosos de Sissi
Rompió muchas reglas reales
Casada a los 16 años, a Elizabeth no le gustaba la vida formal de la corte vienesa que requería su matrimonio. La vida real le parecía aburrida y a menudo se rebelaba contra las normas de la corte. Era un tema habitual de los chismes de la época, gracias a sus hábitos de fumar, montar a caballo y por hacer ejercicios.
Fue mundialmente conocida en su época como ícono de la moda y creadora de tendencias. De estatura alta, medía 1,72 cm y era de contextura esbelta, estaba considerada como una de las mujeres más bellas de su época, y su estilo personal era a menudo imitado, tanto dentro como fuera del imperio. En particular, era famosa por su cintura de avispa, y que se conseguía gracias a los corsés. Para resaltar aún más su delicado físico, fue una de las primeras en prescindir de las faldas de aro y las enaguas, prefiriendo una silueta más sencilla y esbelta. A los 32 años, empezó a negarse a posar para retratos y fotografías en un intento de mantener su imagen juvenil, lo que no hizo sino aumentar el mito alrededor de su figura.
Hacía dieta y ejercicio sin cesar
Por supuesto, mantener una figura tan esbelta no era fácil, y la Emperatriz era conocida por sus dietas rigurosas, siguiendo varios regímenes alimenticios de moda en el siglo XIX, como la dieta de la naranja, o subsistiendo principalmente con leche y huevos. A menudo evitaba la carne, prefiriendo los jugos de ternera cocinados en un caldo fino para mantener sus fuerzas. También tomaba baños de vapor para reducir su peso y baños de aceite de oliva para conservar el tono de su piel.
La emperatriz tenía la costumbre de pesarse hasta tres veces al día; en el caso en que se acercara a los 50 kg, hacía dietas intensivas. El ejercicio también jugaba un papel importante en el mantenimiento de su belleza, y mandó instalar gimnasios en todas sus residencias. A pesar de su estricto régimen, la Emperatriz se daba alguno que otro gustito: le gustaban los platos contundentes y era muy golosa. Ahora, que Sisi haya existido en realidad, no significa que la serie de Netflix sea justamente una crónica exacta de la vida de la emperatriz. Ya se habla de las partes de la serie que distan de haber sucedido, lo que ha levantado críticas en las redes sociales.
