Timothée Chalamet atravesó una intensa transformación para convertirse en Bob Dylan en la biopic A Complete Unknown. Desde cambios en su estilo de cabello hasta un aumento de peso considerable, el actor se tomó su preparación muy en serio.
En una entrevista para All Things Considered de NPR, Chalamet, de 29 años, explicó que “exploró cada rincón” para lograr meterse en la piel del legendario músico.
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Esto incluyó dejarse crecer las uñas y ganar peso para parecerse más a Dylan. “Hice todo el trabajo, como acabas de describir, tanto en lo físico como en el comportamiento. Pero algo de lo que no hemos hablado mucho es que también aumenté 9 kilos porque… créelo o no, era más delgado que él”.
El director de la película, James Mangold, intervino en la conversación para confirmar que, efectivamente, “Chalamet era más delgado que Bob”, provocando risas cuando la presentadora Ailsa Chang comentó: “Tuviste que engordar para ser Bob Dylan. Eso es hilarante”.
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La producción de la película se vio retrasada por la pandemia, lo que le dio a Chalamet más tiempo para prepararse. “Lo que inicialmente iba a ser un trabajo de preparación de cuatro meses se convirtió en un proceso de cinco años, en el que siento que ya he explorado cada rincón disponible para mí”.
Y no fue solo el aspecto físico lo que Chalamet tuvo que dominar. Como dijo la presentadora, “Tuviste que aprender a cantar como Dylan, hablar como Dylan, tocar la guitarra como Dylan, tocar la armónica como él, caminar y moverte como él”.
Pero si hubo algo que facilitó su proceso fue la conexión que siempre ha tenido con la música de Dylan. “Amo la música de este hombre”, expresó Chalamet, quien incluso interpretó las canciones durante su presentación en Saturday Night Live.
Para su primer acto como anfitrión, tocó la guitarra eléctrica y cantó Outlaw Blues y Three Angels. En su segunda presentación, tomó una guitarra acústica para interpretar Tomorrow Is a Long Time. Como dijo Chalamet, “Estas son canciones de vida”.
El esfuerzo valió la pena, ya que su interpretación le ha valido una nominación al Oscar como Mejor Actor, convirtiéndolo en el nominado más joven por segunda vez en esa categoría desde James Dean.