Estrella de su generación y sin duda el actor joven del momento, protagonizó la nueva portada de la revista Time. Con solo 25 años, Timothée Chalamet, cuenta con una nominación a los Oscar que surgió como resultado de su interpretación en la película de Luca Guadagnino, Call Me By Your Name. Y además, ha participado de otras grandes producciones bajo la dirección de cineastas como Woody Allen, Christopher Nolan, Greta Gerwig, entre otros.
Pero su éxito no se queda solo en la industria del cine, aclamado por su estilo, que aporta a la reinvención de la masculinidad y se atreve a jugar con la mezcla de marcas, patrones y colores, ha sido nombrado por muchos como uno de los mejores vestidos. Fue anfitrión de la reciente Met Gala, donde llevó un look de su adorado amigo Haider Ackermann, que acompañó con unas converse blancas al más puro estilo de Timmy.
Pero la lista de logros no termina. Dentro de una semana estrenará dos grandes películas, Dune de Denis Villeneuve, y The French Dispatch de Wes Anderson. Además, durante los últimos días salieron a la luz las primeras imágenes de Chalamet en un papel que guarda muchas expectativas: Willy Wonka para la cinta musical, que será algo parecido a una precuela de Charlie y la fábrica de chocolate.
Para su entrevista en Time, Timmy se encontraba en Nueva York, y había pasado las últimas semanas en Londres practicando y ensayando para las escenas musicales del film, donde además se le sumó un fin de semana completo en Abbey Road grabando música para la película, algo que según sus propias palabras lo hizo sentir «fuera de su alcance».
«¡Como si estuviera profanando la historia!», insistió. Pero trabajar en este proyecto ha sido realmente bueno para él. «No se trata de minar las emociones más oscuras de la vida», señaló. «Es una celebración de estar fuera del centro y de estar bien, con las partes más extrañas de ti que no encajan del todo».
Sin embargo, un gran poder conlleva una gran responsabilidad y Timothée es consciente de ello. Como embajador de su generación suele llevar sus redes sociales bastante activas, pero siempre con un mensaje de por medio o información relevante para el mundo, como lo hace con su compromiso con el cambio climático e incluso la lucha contra el racismo. «Siento que estoy aquí para demostrar que llevar tu corazón en la manga está bien», aseguró.
En cada alfombra roja no pierde el detalle de acercarse a sus fans para firmar autógrafos o tomarse fotografías, aunque eso resulte en sus guardaespaldas corriendo detrás de él. Así como tampoco se deja de impresionar cada vez que se ve a si mismo en una habitación repleta de estrellas, que hace solo algunos años eran como héroes para él. Todo es surrealista, como siempre le gusta señalar. «Lo estoy descubriendo», señaló Chalamet. «En mis peores días, siento una tensión al resolverlo. Pero en mis mejores días, siento que estoy creciendo justo a tiempo».
Para el ex alumno de la prestigiosa secundaria de Nueva York, La Guardia, cada día es un desafío. Pero con una actitud humilde y abierta a aprender, ha encontrado varios guías en el camino que le han traspasado su experiencia en la industria. «Uno de mis héroes, no puedo decir quién o me patearía el trasero, me rodeó con el brazo la primera noche que nos conocimos y me dio algunos consejos», aseguró. «Nada de drogas duras y nada de películas de superhéroes», fue el consejo que le dio.
Aún así, y con una carrera increíblemente prometedora que indica que se ha convertido en el Golden Boy de Hollywood, como lo fue Leonardo DiCaprio o River Phoenix en su momento, Timothée mantiene los pies aferrados al suelo y la idea de ser visto como una “estrella” es algo que simplemente no termina de procesar. «Es una combinación de suerte y un buen consejo al principio de mi carrera para no encasillarme», señaló. «Eres solo un actor», repitió Chalamet como un mantra. «¡Eres solo un actor!».