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En tiempos de reutilización y de sobredosis de nostalgia, la ecuación es perfecta y Sydney Sweeney lo supo leer muy bien. Con un exitoso debut en Euphoria y brillando en el cine gracias a la comedia romántica Con Todos Menos Contigo junto a Glen Powell, Sydney parece estar viviendo su momento de gloria. Y si lo pensamos bien, hay algo en su talento y su sensualidad que nos recuerda a aquella Angelina a comienzos de los años 2000, que se movía entre la provocación y la elegancia.
Intentando lo segundo es que se lució en los Oscar del 2004 con un diseño de Marc Bouwer. Un vestido largo, de un blanco satinado, escote halter y con parte de la misma tela que le caía sobre su antebrazo. Y aunque Angelina no asistió anoche a la ceremonia en el Dolby Theatre, Sydney Sweeney quiso llevarnos por el recuerdo icónico y lo hizo en la after party oficial de la ceremonia, organizada por la revista Vanity Fair, que pareciera ser el medio oficial de la premiación.
La fiesta Vanity Fair resulta ser, para los amantes de la moda, una muestra mucho más atractiva, y a la vez más relajada, de lo que las estrellas del cine y el espectáculo quieren mostrar. Ahí llegan los premiados e invitados a la ceremonia, pero también otros, los que quedaron fuera, las celebridades que muchas veces no pertenecen al mundo del cine pero que igualmente quieren estar presentes.
Y ahí llegó la ascendente Sydney Sweeney, quien junto a su estilista, quisieron homenajear a la ex esposa de Brad Pitt, pero esta vez llevando unas sandalias Jimmy Choo, y un collar de varias vueltas con un par de diamantes, muy similar al que llevó Angelina Jolie hace exactos 20 años atrás. Además, Sydney estrenaba un corte melena que le quedaba espléndido.
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