¿Qué tienen en común David Beckham, Chris Evans, Jim Carrey, Jon Hamm, el príncipe Harry, Ryan Reynolds y Brad Pitt? Aparte de ser millonarios, súperestrellas, guapos y exitosos, al hablar de sus trastornos de salud mental están ayudando a muchos hombres en el mundo a normalizarlos.
David Beckham sorprendió al mundo hace un par de meses cuando confesó el grave trastorno obsesivo compulsivo con que ha tenido que lidiar por décadas. Fue en un adelanto del documental que grabó junto a su esposa, la ex Spice Girls Victoria Beckham, para Netflix, en donde la ex estrella del fútbol contó de las ideas recurrentes, compulsiones y rituales que se apoderan de su voluntad. Pero, aunque sorprendente, él fue sólo el último de los hombres más admirados del mundo que, con su mera confesión de fragilidad, ha sumado poder a la cruzada por la educación en salud mental. Junto a Chris Evans, Jim Carrey, Jon Hamm, el príncipe Harry, Ryan Reynolds y Brad Pitt, David Beckham está ayudando a muchos hombres en el mundo a aceptar sus propios padecimientos y a iniciar, en caso de requerirlo, un tratamiento.
El admirado futbolista compartió cómo sus manías incluyen desde el orden y la limpieza extrema, hasta su obsesión con las velas mientras toda su familia duerme. “El hecho de que cuando todo el mundo está en la cama, voy alrededor, limpio las velas, enciendo las luces en la posición correcta, me aseguro de que todo esté ordenado. Odio bajar por la mañana y que haya tazas y platos y, ya sabes, bowls”, contó, añadiendo que algunas veces se siente poco entendido por su esposa.
David Beckham ya había dado señales de su trastorno hace años en una entrevista. “Cuando nos hospedábamos en hoteles, venían a mi habitación y yo pensaba que querían charlar, pero, en realidad, venían a desordenar todo y cuando se iban, era evidente que habían cambiado muchas cosas y yo lo tenía que volver a ordenar todo”, dijo el exfutbolista sobre sus antiguos compañeros de plantel.
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De acuerdo al Instituto de Salud Mental de Estados Unidos, los signos del TOC suelen aparecer en la niñez, cerca de los 10 años, o en la adultez, alrededor de los 20 a 21 años. Además, tiende a aparecer antes en niños que en niñas. Algunas de las obsesiones usuales de estos pacientes son tener miedo a los gérmenes, ansiedad de olvidar o perder algo, temor a perder el control de sí mismo, tener pensamientos agresivos o tabúes, además de buscar la simetría y el orden en las cosas. Algunos especialistas han apuntado a algunas posibles causas como la corresponsabilidad en la crianza de los hijos y asuntos del hogar en la aparición de ansiedad y TOC en algunos padres de familia.
Otro famoso que se sinceró sobre su salud mental fue el príncipe Harry. En su documental “Harry y Meghan”, para Netflix, ya había dado luces de los traumas que le produjo la sobrexposición desde pequeño. Pero fue en su libro “En la sombra (Spare)” donde dio más detalles de todo lo que le ha tocado enfrentar. “Tomar esa decisión de recibir ayuda no es una señal de debilidad. En el mundo de hoy, más que nunca, es una señal de fortaleza”, dice Harry al comienzo de su docuserie sobre salud mental en asociación con Oprah Winfrey, “The me you can’t see”. Junto a su esposa han iniciado una verdadera cruzada para recaudar fondos, mediante su fundación, para investigaciones y dar recursos a diversos centros en el mundo para tratar estos temas a quienes lo necesiten, siguiendo en la línea de lo que hacía su madre, la princesa Diana.
HOLLYWOOD CAMBIA LAS REGLAS
Hasta hace poco Hollywood, literalmente, no le permitía a los hombres hablar de salud mental. Los roles de superhéroes o galanes no iban de la mano con temas como la ansiedad, depresión, manías y adicciones, pero de un tiempo a esta parte son ellos quienes se han encargado de romper con los tabúes que distintas generaciones de súperestrellas han tenido que sobrellevar en silencio. Ryan Reynolds, uno de los reyes de las comedias románticas y quien dio vida al superhéroe Deadpool le dijo a The Wall Street Journal lo que ha significado lidiar con la ansiedad. “Me obsesiono con las cosas. Eso es una especie de motor de la ansiedad. Me quedo despierto por la noche, envolviendo y desenvolviendo todos los escenarios posibles. Tiendo a calmar la ansiedad con el trabajo y, en menor medida, con los logros. A veces quieres marcar casillas. Por lo tanto, en estos días, mi objetivo es estar lo más presente que pueda y no marcar una casilla sólo por hacerlo”, contó.
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