La cantante y actriz Lady Gaga cobrará, según ha publicado Variety, 10 millones de dólares por su papel de Harley Quinn en Joker 2. Un sueldo para alucinar pero que a su vez es 10 millones de dólares menos que el co-protagonista de la película, Joaquin Phoenix. Y 10 millones menos que el director y co-guionista Todd Phillips.
Phoenix da el salto de los 4,5 millones de dólares que cobró por Joker a los 20 millones para esta secuela. Esos son los datos objetivos. Como estamos hablando de un musical, y Lady Gaga es una de las grandes estrellas de la música, además de haber demostrado su capacidad como actriz en sendas actuaciones en A Star is Born y House of Gucci, es entendible preguntarse si hay una brecha salarial derivada del género.
Joker ha recaudado hasta ahora 1.000 millones de dólares y la secuela cuenta con un presupuesto de 200 millones de dólares, así que es lógico que las partes contratantes de la primera se hayan subido el salario. Ahora bien, los 4,5 millones de dólares de Phoenix tampoco es que hayan sido poca cosa, en el caso de Lady Gaga estamos hablando claramente de una co-protagonista, con un plus musical innegable, no de una secundaria con una intervención limitada.
¿Está cobrando menos por ser mujer o está cobrando menos porque su papel tiene menos peso en la película, o sencillamente porque llega como debutante a esta mini franquicia donde los que van a ganar dinero serán los que primero apostaron por ella? Hasta no ver la película es imposible saberlo, pero hay una duda razonable ¿Si hubieran metido a un nuevo Batman con un actor reconocido, habría ganado este también 10 millones menos que Phoenix?
Siempre que se plantea el tema de la brecha salarial de género en Hollywood creo que es un excelente momento para recuperar otra vez lo que dijo la actriz Jennifer Lawrence en 2015. Tenía 25 años, pero en su ensayo “¿Por qué gano menos que mis co-protagonistas masculinos?”, que publicó en el newsletter de la escritora, guionista, directora y actriz Lena Dunham, explicó muy claramente la situación que sufren mujeres en su condición.
Jennifer Lawrence escribió esto cuando hackearon los archivos de Sony y se conocieron los salarios de actores y actrices en Hollywood vinculados a ese estudio. “Es difícil para mí hablar de mi experiencia como mujer trabajadora porque puedo decir con seguridad que mis problemas no son exactamente identificables. Cuando ocurrió el hackeo de Sony y descubrí cuánto dinero ganaba menos que la gente afortunada con penes (así, literal), no me enojé con Sony. Me enojé conmigo misma. Sentí que había fracasado como negociadora porque me di por vencida temprano. No quería seguir luchando por millones de dólares que, francamente, debido a dos franquicias, no necesito”, decía la actriz ganadora del Oscar.
“¿Estamos socialmente condicionadas a conformarnos con lo que nos dan sin tener el valor de negociar por nuestro trabajo? Solo hemos podido votar ¿durante los últimos 90 años? ¿Podría haber todavía un hábito persistente de tratar de expresar nuestras opiniones de una manera que no “ofenda” o “asuste” a los hombres?”, escribió a continuación. Sus palabras causaron un revuelo en Hollywood. Actrices como Jessica Chastain la apoyaron. “No hay razón por la que una actriz como ella deba hacer una película con otros actores y recibir un pago menor que a sus coprotagonistas masculinos”, le dijo Chastain a Variety. “Es completamente injusto. No está bien. Ha estado sucediendo durante años y años. Creo que es valiente hablar de ello. Creo que todo el mundo debería hablar de ello”.