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Por Manuela Pérez Valle
El parecido con su abuela es innegable, Camille Gottlieb tiene 21 años y es la hija menor de Estefanía de Mónaco. En los últimos años, gracias a su cuenta personal de Instagram @camillerosegottlieb, pasó de ser la “princesa oculta” de Mónaco a una de influencers reales más conocidas, con más de 66 mil seguidores.
En la red social comparte fotos y muestra que es una amante de los viajes, de su perro Leoni, la buena comida y aficionada a la fotografía. Y, al igual que su madre, está decidida a ser ella misma, siempre.
Nació de la relación fugaz de su madre Estefanía de Mónaco con uno de los guardaespaldas del palacio de los Grimaldi, Jean-Raymond Gottlieb. El nombre de su padre se mantuvo en secreto por la Princesa de Mónaco, ni siquiera aparece en su certificado de nacimiento, hasta que Camille lo publicó en su cuenta personal. Como se explica en la constitución del Principado de Mónaco, sus padres nunca se casaron, por lo mismo, ella no tiene derecho a título nobiliario ni a ingresar en la línea de sucesión del Principado.
Además, no era la primera vez que Estefanía se enamoraba de uno de los jefes de seguridad. Antes de Gottlieb, fue Daniel Ducruet, con quien sí se casó y tuvo dos hijos, Louis y Pauline. Se divorciaron en 1996, y Camille Gottlieb, nació dos años después. Por lo tanto, a esas alturas, Raniero ya no se sorprendía ante las aventuras de su hija rebelde.
Es la más “tapada” de los hermanos, se ha mantenido siempre a la sombra de palacio, y alguna vez se le vio llevar una polera con la frase “Soy famosa, pero nadie lo sabe”. Sin embargo, despierta el interés de quienes todavía buscan quién herede el espíritu característico de su abuela.
En uno de sus últimos post Camille invitó a sus seguidores a no usar tanto maquillaje en cuarentena y se mostró con su rostro natural y la siguiente reflexión. “Tengo defectos sobre la piel y rastros de acné de mi adolescencia. ¡Pero pongo mi cara desnuda para que estén seguros de que TODO el mundo tiene defectos y que NADIE es perfecto! ¡El confinamiento es también la oportunidad para dejar respirar la piel, sin maquillaje, incluso si me faltó un poco para ser bella. Quiéranse como son es lo más importante”.
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