En un Hollywood donde la mayoría busca brillar, Elizabeth Olsen parece interesada en lo contrario: en desaparecer detrás de sus personajes, en hablar solo cuando hay algo que decir, y en vestir aquello que cuenta su propia historia.
A sus 36 años, Olsen encarna una rareza en la industria. Es honesta sin exhibicionismo, elegante sin artificios, y profundamente moderna sin depender de las tendencias. “No sé cómo ser una versión performativa de mí misma frente al público, ni quiero hacerlo”, confesó a InStyle Magazine. Su deseo es simple pero contundente: “Quiero que la gente vea una película y me vea como un personaje”.
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Su estilo, sin embargo, también habla por ella. El periodista Jason Sheeler describe que “solo usa ropa vintage, como su reloj Cartier y sus Levi’s, y cosas que sus hermanas le regalan de The Row, como su abrigo. Un detalle que no sorprende, considerando que sus hermanas mayores, Mary-Kate y Ashley Olsen, son las mentes detrás de la firma que redefinió la sobriedad como forma de lujo.
Olsen, eso sí, tiene sus excepciones. Phoebe Philo, la diseñadora británica que marcó una era en Céline, también figura entre sus debilidades. “Usé los mismos zapatos que mi personaje en un piloto recién terminado. No querían dármelos, así que los compré. Se sienten tan bien puestos. Mis pies”, contó.
Aunque evita las compras impulsivas de moda, hay placeres que sí la seducen. “Me encanta comprar comida, y me encanta comprar cosas para la casa. Ropa de cama. Compro muchas mesitas…”, admitió. Y cuando se trata de invertir, su prioridad es el cuidado personal. “Gasto dinero, pero no en ropa”, aclaró. “Lo gasto en productos para la piel, en láseres. No quiero hacer nada loco en mi cara, así que invierto en elasticidad”.
De los inicios en el cine independiente a su lugar en el Universo Cinematográfico de Marvel, Olsen ha trazado una carrera sin ruidos innecesarios, pero con una coherencia admirable. Acaba de finalizar una comedia romántica y, como su filmografía, su estilo parece moverse entre la autenticidad y la atemporalidad.
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