En la última september issue de Vogue UK, esa que tuvo múltiples portadas que incluyeron a personalidades como Greta Thunberg y Jane Fonda –y que contó con Meghan Markle como editora invitada–, la imagen de Sinéad Burke fue una de las más comentadas. De hecho, la duquesa de Sussex eligió a esta académica irlandesa experta en moda como una de las mujeres más influyentes de la actualidad.
En 2016 Burke dio una charla TED sobre inclusión y, desde entonces, fue destacada en múltiples publicaciones por su aporte a la industria de la moda y también ganó el Premio de Liderazgo en los Green Carpet Fashion Awards, a fines de 2018. El año pasado habló en el Foro Económico Mundial de Davos sobre las personas con necesidades especiales. Su mensaje fue claro y contundente: “Necesitamos plataformas, no pedestales”. Vivir con androplasia (trastorno de crecimiento) ha sido su principal motivación para convertirse en una auténtica abanderada de la inclusión.
El punto de esta influencer es bien simple: todas merecemos sentirnos increíbles y la industria de la moda debe hacerse cargo de los distintos tipos de cuerpos. “Es difícil encontrar un vestido que me haga sentir así en la sección de niñas, que es donde habitualmente tengo que comprarme”.
Desde su irrupción en TED, ha colaborado con distintas marcas para crear diseños de su tamaño, abriendo una nueva conversación en relación al body positive. Burberry, Christopher Kane y Gucci crearon piezas especiales para ella. “Estas creaciones son adaptables, hermosas y envían un mensaje al público de que la belleza no reside en el arquetipo impreso en una revista, sino en lo que nosotros, nosotros mismos, creemos que es”, ha dicho. Su amiga Victoria Beckham también la viste y la ha sentado en el front row junto a Helen Mirren.
Desde siempre Sinéad ha trabajado por la educación y la necesidad de combatir la ignorancia. Ha utilizado la escritura, el discurso público y sus crecientes redes sociales para criticar las formas en que la moda ha hecho la vista gorda hacia las personas con discapacidad.
Su interrupción en la industria se produce en un momento en el que los estándares de belleza se están redefiniendo y su discurso tan power, puede, paradójicamente, llevar a la moda a alturas a las que nunca antes había llegado: “He vivido toda mi existencia como alguien que es físicamente muy identificable y que a menudo sufre hostigamiento. Mi presencia en Internet y mi visibilidad es una gran responsabilidad”.