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Simone Biles se convirtió oficialmente en la gimnasia olímpica estadounidense más condecorada de la historia. Tres años después de retirarse, la atleta volvió a ganar oro y logró su octava medalla olímpica. Incluso con sus numerosos elogios, el foco de la conversación se instaló en su pelo.
“Imagínese ser una de las mejores gimnastas vivas del mundo y tener que responder por algunos pelos sueltos después de dar vueltas en el aire en pleno verano parisino”, reclamó The Cute.
Este martes, la atleta le respondió a los haters que criticaron su pelo. Publicó un video en sus stories Instagram y dijo “no vengas por mí por mi cabello. Está hecho, pero el autobus no tiene aire acondicionado y hacen como 9000 grados. Ah, y un viaje de 45 minutos”.
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Luego hizo la siguiente recomendación: “Te tomaré la mano cuando diga esto. La próxima vez que quieras comentar sobre el cabello de una chica negra SIMPLEMENTE NO LO HAGAS“.
No es la primera vez que Simone ha tenido que defenderse de las críticas no solicitadas de su cabello. En su documental Simone Biles: Rising reflexionó sobre cómo la negatividad sobre su apariencia la ha impactado muchísimo. “La gente se siente demasiado cómoda comentando cosas”, resumió la atleta.
El sitio TMZ también recordó que Simone también debió defender su peinado el día de su matrimonio, ya que a su seguidores no les gustó su cola de caballo.
La revista Elle aseguró que los peinados que lucen las gimnastas se han actualizado con los años. “Las colas de caballo básicas han sido actualizadas por trenzas con brillo, y para muchos atletas los looks de belleza ahora sirven como una oportunidad para la creatividad. Pero todavía hay una sorprendente falta de aceptación para el cabello con textura afro, y con demasiada frecuencia eso puede eclipsar el talento”.
Simone Biles también sabe que su pelo será casi siempre un foco de atención. “Solía preocuparme de que mi pelo fuera considerado no profesional, pero ya no me da vergüenza”, explicó.
El atuendo de la atleta sí fue celebrado. Para los Juegos Olímpicos, lució un traje con cristales Swarovski. El look estaba inspirado en la bandera de Estados Unidos y hubo siete diseños diferentes antes de encontrar el perfecto. “Es una malla bautizada como Star Spangled Shine. Este look presenta 6.359 cristales de Swarovski color plata, granate, violeta, turquesa brillante y dorado, dispuestos para formar estrellas, un guiño a las 50 presentes en la bandera”, explicó revista Hello.
La gimnasta además practicó con la malla porque debía acostumbrarse al peso del traje, en este caso 300 gramos extras. La publicación además aseguró que si se vendiera en una tienda tendría un valor alrededor de 3000 dólares.
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