Siete años han pasado desde su última visita, pero el fervor por Silvio Rodríguez no ha hecho más que crecer. Su retorno a los escenarios chilenos generó tal expectativa, que la fila virtual para conseguir entradas superó los 180 mil usuarios, según cifras entregadas por la productora.
Y como era de esperarse, el trovador cubano agotó en tiempo récord los boletos para sus primeros dos conciertos en el país. La respuesta fue inmediata: dos nuevas fechas se suman a su paso por el Movistar Arena.
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A las funciones previamente anunciadas para el lunes 29 de septiembre y el miércoles 1 de octubre, se incorporan ahora presentaciones para el domingo 5 y lunes 6 de octubre, consolidando así una residencia musical que promete marcar un hito en la cartelera local de 2025.
En escena, Silvio no estará solo. Lo acompañarán músicos de excelencia como el grupo Trovarroco (integrado por Rachid López y Maikel Elizarde), la flautista y clarinetista Niurka González, Oliver Valdés en batería y percusión, Jorge Reyes en el contrabajo, Jorge Aragón en el piano y Emilio Vega en el vibráfono.
Este tour por Latinoamérica, impulsado por el lanzamiento de su nuevo disco Quería saber (2024) también contempla paradas en Argentina, Uruguay, Perú y Colombia, reafirmando su estatus como uno de los grandes cronistas musicales del continente.
La relación de Silvio Rodríguez con el público chileno es profunda y emotiva. Su primera presentación en el país, en marzo de 1990, marcó un hito histórico: fue su regreso tras años de prohibición durante la dictadura de Augusto Pinochet. Aquel concierto en el Estadio Nacional congregó a cerca de 80 mil personas y quedó registrado en el álbum en vivo Silvio Rodríguez en Chile, lanzado en 1991.
Desde entonces, cada visita del trovador ha sido recibida con entusiasmo. En 2015, ofreció tres conciertos completamente agotados en el Movistar Arena. Tres años después, en 2018, volvió a llenar el mismo recinto en tres ocasiones y sumó una presentación en la Quinta Vergara de Viña del Mar, todas con entradas agotadas, evidenciando el cariño y la admiración que el público chileno le profesa.
