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Un ejercicio frecuente durante los últimos años en la cultura pop es celebrar el aniversario de ciertas películas icónicas a partir de la fecha de su estreno. La comedia romántica Si Tuviera 30, protagonizada por Jennifer Garner y Mark Ruffalo, acaba de cumplir 20 años desde que llegó a las salas de cine y sus estrellas realizaron un live donde recordaron aquella época, cómo fue el rodaje y cómo, pese a que solo han pasado dos décadas, las diferencias culturales son enormes.
“Hace veinte años, sólo teníamos unos pequeños teléfonos móviles”, comentó Jennifer Garner sobre los avances tecnológicos desde que se estrenó la película en 2004. Mark Ruffalo confesó que “hay dos tipos de personas en este mundo. Hay gente que me reconoce por Hulk, y hay otra que me reconoce por Si Tuviera 30”.
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La película cuenta la historia de Jenna Rink (Jennifer Garner), quien realiza un curioso deseo durante la noche de su cumpleaños número 13. Jenna quiere tener “30 años, ser coqueta y próspera”, deseo que, por arte de magia, se le hace realidad. Sin embargo, y aunque se ve como una mujer de 30, Jenna sigue siendo psicológicamente una niña de 13 años.
Lo cierto es que una de las escenas más recordadas de la película es cuando Jenna está en una fiesta y convence a todos de hacer una coreografía de Thriller de Michael Jackson. Para esta escena, la ex pareja de Ben Affleck usó un vestido de Versace que se volvió tan icónico que incluso es recordado 20 años después. Tanto es así, que es posible encontrar en internet imitaciones del modelo. Lo curioso es que del original, no se sabe dónde quedó.
La diseñadora de vestuario de Si Tuviera 30, Susie DeSanto, contó a la revista People que nunca imaginó que la prenda sería tan emblemática pero que a la vez no se sepa más de su paradero. “La selección del vestido no fue premeditado”, cuenta DeSanto. De hecho, señala que ella y su equipo estaban un poco apurados para elegir el outfit para ese escena. La diseñadora necesitaba algo que se viera divertido para una adolescente, pero también afín al sueldo de una persona adulta.
Ni la actriz protagonista ni la diseñadora de vestuario de la película conservaron el vestido. DeSanto no sabe bien porqué. Y es que es muy frecuente que las prendas se guarden en grandes bodegas donde muchas veces se vuelven a reutilizar. Lo raro acá es que el vestido nunca más se volvió a ver, y que si estuviese dando vuelta por alguna parte, más de algún coleccionista habría dado con él. Hasta ahora, el mítico vestido mini Versace está en modo “Missing”.
