Esta filosofía es más bien un compromiso con tu salud, muy alejada de las promesas para adelgazar rápido. Tú eliges comer y vivir real, así como encontrar el placer en el cuidado personal, pero sin obsesionarse ni mucho menos culparse.
Entre dietas milagrosas que ofrecen bajar de peso rápido y sin esfuerzo, este concepto japonés de Shokuiku dejar de lado la ficción y apostar por lo real. Esto es, comer bien, de forma consciente y sin culpas.
La periodista japonesa Kyoko Kawaguchi, retrata esta filosofía en el libro ‘Shokuiku. Los secretos de una japonesa para comer saludable en un mundo frenético’. En él, explica que más allá de una dieta de moda, el Shokuiku apuesta por la educación alimentaria desde la infancia.
Y es que este concepto es más profundo. Aquí hablamos de integrar bueno hábitos, y también de elegir, preparar y disfrutar los alimentos de forma equilibrada. Es más, para Kawaguchi, esto no solo se enseña en casa, sino que también se transmite en colegios y en la comunidad, formando parte de la vida diaria de las personas.
Los números evidencian que Japón es uno de los países con mayor esperanza de vida. y la alimentación es un factor clave. A través de su experiencia personal, Kawaguchi demuestra que cocinar para uno, incluso en el peor de los días, es un acto de autocuidado accesible. Y esto incluye, desde una simple sopa, hasta el uso práctico del microondas para comidas rápidas, pero saludables.
La filosofía de Shokuiku enseña que, a diferencia de lo que podría creerse, la cocina casera no tiene que ser complicada ni incluir ingredientes difíciles. Además, el libro invita a analizar la relación que tenemos con la comida, pero desde una forma más ética y sostenible. Y es aquí donde aparecen conceptos como mottainai, que se refiere a no desperdiciar alimentos. La idea central es precisamente entender la alimentación como el respeto hacia uno mismo y hacia el entorno.
Finalmente, Shokuiku no habla de prohibiciones, es más algo así como un guía para navegar en la alimentación diaria sin caer en los extremos. En palabras simples, comer real, vivir real y encontrar placer en el cuidado personal, sin obsesionarse ni castigarse. Una filosofía sencilla que no apuesta a una dieta, sino a un compromiso personal con la propia salud.