Sharon Stone ha confesado que recientemente mantuvo una relación con un hombre más joven que terminó abruptamente la relación, después de que ella se negara a inyectarse botox para borrar las arrugas de su rostro. La actriz contó que su novio le preguntó si usaba botox y que ella le respondió: “Probablemente sería muy bueno para tu ego y el mío si lo hiciera”. Tras esta conversación, “lo vi una vez más y luego ya no estaba interesado en verme”, cuenta la protagonista de Bajos Instintos. “Si no me ves por más que eso, por favor encuentra el camino hacia la salida”, remata la actriz a modo de reflexión.
La estrella, que se ha convertido en una de las actrices de más de 60 años que más selfies sin maquillaje sube a su cuenta de Instagram, ha reconocido en alguna ocasión que acostumbraba a inyectarse productos para parecer más joven, pero que abandonó este tratamiento estético hace tiempo: “cuando era súper famosa, hubo momentos en que me inyectaron bótox, rellenos y esas cosas, y luego tuve un derrame cerebral masivo y una hemorragia cerebral de nueve días y tuve que ponerme más de 300 inyecciones de botox y relleno para recuperar un lado de la cara que me quedó hundido”, recuerda. Esta experiencia cercana a la muerte cambió la opinión que la actriz tenía sobre estos tratamientos.
Actualmente, Sharon Stone prefiere celebrar su edad y cada una de sus arrugas. Luego de convertirse en musa de Dolce & Gabbana a fines del mes de julio, compartió en Instagram una foto suya en topless diciendo: “afortunadamente imperfecta en un día perfecto”. Rápidamente la foto se volvió viral y sus seguidores celebraron la iniciativa. Respecto a esa foto tomada junto a una piscina, asegura que la publicó “porque siento que las mujeres se vuelven invisibles una vez que nos convertimos en mamás y tienes 45 años. La gente pasa a tu lado como si no estuvieras ahí”, reflexiona la actriz, que es madre de tres hijos adoptados.