Debido a sus innumerables beneficios y a su fórmula regeneradora, el ácido kójico se ha convertido en el must have de tu rutina de belleza.
No solo de ácido hialurónico, salicílico y glicólico vive la piel, y el ácido kójico es un desconocido importante. Se trata de un componente que se produce mediante distintos tipos de hongos y un subproducto del vino de arroz y de la salsa de soja fermentada. Mientras que el ácido hialurónico proporciona flexibilidad a la piel y contiene propiedades rejuvenecedoras, el ácido salicílico limpia y exfolia en profundidad los poros, regula la producción sebácea y promueve la actividad antibacteriana. Y el ácido glicólico reactiva la producción de proteínas, elimina las manchas de la piel y es un tratamiento eficaz contra las estrías.
Por su parte, la fórmula revolucionaria del ácido kójico tiene beneficios múltiples y logran mejorar de manera visible la calidad de la piel en cuestión de poco tiempo.
Según los expertos, pese a que la función principal del ácido kójico sea la de despigmentante, tiene más usos. Por ejemplo, en medicina estética se emplea para reducir la pigmentación oscura en cicatrices, como anti-edad por su efecto antioxidante, como exfoliante y para tratar algunas infecciones gracias a su poder antibacteriano y antimicótico.
Y cuando se trata de manchas, es ideal para reducir el melasma y aquellas derivadas del sol y la edad, unificando el tono de la piel. Este ingrediente inhibe la melanina y desactiva la tirosinasa, así que es capaz de aclarar y difuminar todo tipo de manchas.
Se recomienda en concentraciones del 1% o inferiores. La combinación de sérum antioxidante, tratamiento con ácido kójico y protector solar es increíble para la piel.
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