Selena Gómez es una de las celebridades en el mundo con mayor cantidad de seguidores en Instagram, con 254 millones solo la superan Kylie Jenner, Ariana Grande, Dwayne Johnson, Cristiano Ronaldo y la cuenta oficial de Instagram. Sin embargo, hace algunos días atrás en conversación con Elle, confesó que en realidad no tiene acceso a su perfil desde 2017.
Y, antes de que las especulaciones vayan muy lejos, la artista reveló que no tiene nada que ver con el hecho de que su equipo la controle o no le permitan acceder. Es una decisión que ella misma eligió, con el fin de poder tomar control de su salud mental.
Así, se desligo por completo de sus redes sociales y dejó a su asistente a cargo. Según detalló en la entrevista, cuentan con una rutina que hasta ahora les ha funcionado a la perfección. Y es que no parece que hubiese alguien más a cargo, pues parecía que era ella misma quien posteaba su contenido.
Selena crea su contenido por supuesto, para luego enviar fotos y videos a su asistente, donde además detalla con qué texto acompañar la publicación para luego subirla en sus redes. La ex chica Disney se ha tomado tan en serio la situación que ni siquiera cuenta con la aplicación en su celular. Solo se asegura de que su cuenta sea usada para el bien común, donde motiva a sus fans a votar, amarse a si mismos y pensar conscientemente.
“No lo tengo en mi teléfono, así que no hay tentación. De repente tuve que aprender a estar conmigo misma. Eso fue molesto, porque en el pasado, podía pasar horas mirando la vida de otras personas. Me encontraba casi dos años abajo en el feed de alguien, y luego me daba cuenta de que ‘¡ni siquiera conozco a esta persona!'”, expresó a Elle US.
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“Ahora obtengo la información de la manera correcta”, aseguró. “Cuando mis amigos tienen algo de qué hablar, me llaman y me dicen: ‘Oh, hice esto’. No dicen: ‘Espera, ¿viste mi publicación?'”. De esa forma, las redes sociales y todo lo que eso conlleva dejó de ser parte de su vida, dando espacio para ocupar ese preciado tiempo en cosas más relevantes o incluso la creación de proyectos como Rare Beauty, su marca de belleza.
“He pasado años de mi vida tratando de parecerme a otras personas. Veía una imagen y decía: ‘Dios mío, ¿por qué no me veo así?’ Nada de eso era bueno para mí”, contó la actriz. En ese momento decidió comenzar a desarrollar Rare Beauty, donde su principal misión es transmitir el mensaje de “abrazar la belleza natural y rechazar los estándares de perfección poco realistas”.
Ahora con su marca y desde su experiencia, busca empoderar a las mujeres para que se maquillen porque quieren y no porque lo necesiten hacer. Pero además de eso, cuenta con una gran causa detrás de todo, pues con su marca también busca recaudar $100 millones de dólares durante los próximos 10 años para mejorar el acceso a los servicios de salud mental. “Todo a lo que estoy relacionada tiene un aspecto caritativo. Si algo bueno no sale de eso, no lo haré. No necesito dinero”, señaló. “Necesito gente que quiera luchar conmigo”.
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