Sobre el café se dicen muchas cosas . Y si bien hay mucho de mito, pero también de realidad, lo cierto es que despertar en la mañana queriendo una taza de café es un hábito de muchos. Y es que es, sin lugar a dudas, una de las bebidas favoritas para comenzar el día. Por lo tanto, cualquier estudio relacionado a sus beneficios o efectos provoca curiosidad.

De acuerdo a la Asociación Estadounidense del Corazon (AHA), consumir al menos una taza de café al día disminuye el riesgo a largo plazo de insuficiencia cardíaca. Según sus investigaciones, el riesgo se reduce en un 12% en comparación con quienes no beben café. Sin embargo, la asociación destaca que no se debe reemplazar el café por métodos médicos aprobado como dejar de fumar, bajar de peso y tener una rutina de ejercicios.

Ahora bien, el café tuvo su momento crítico en la historia, cuando se aseguraba que era malo para la salud. En 1991, la OMS incluyó al café en una lista de posibles carcinógenos. Sin embargo, fue sacado del listado en 2016, según la Escuela de Medicina de la Universidad de Harvard. Esto, luego de que se demostrara que no estaba asociada a un mayor riesgo de cáncer. Es más, fue todo lo contrario. Durante la investigación se descubrió un menor riesgo de ciertos tipos de cáncer entre la personas que consumen café con regularidad, eso sí, teniendo en cuenta su historial de tabaquismo.

A esto se suma el informe de Nescafé, el cual revela que en personas deportistas, la cafeína mejora su rendimiento físico y se vincula con una disminución del dolor muscular.

Pero si hay algo que caracteriza al café, es su supuesto poder para aumentar la atención. De hecho, la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria asegura que consumir 75 mg de cafeína, equivalente a una taza de café, ayuda a mejorar la atención. Esto, debido a que la adenosina (molécula que se encuentra en el cuerpo y está asociada al sueño) y la cafeína, tienen una estructura similar. Y la cafeína puede bloquear sus efectos.

¿Cuáles son las desventajas del café?

Así como hay estudios que hablan sobre sus bondades, también están aquellas investigaciones sobre sus desventajas. Y un grupo internacional de investigadores, liderado por el científico especializado en endocrinología, Luigi Barrea, concluyó que consumir café cerca del horario en que tomas medicamentos puede tener interacciones.

Los expertos dicen que los alimentos no modifican el efecto del café en el cuerpo, pero el café sí lo hace en cuanto a la absorción de los nutrientes. Y es que el efecto estimulante de la cafeína puede alterar la absorción y actividad de ciertos nutrientes e incluso, interferir más en algunos medicamentos.

Por lo mismo, recomiendan tener cuidado con los siguientes:

Presión Arterial

Es de conocimiento popular que la cafeína eleva la frecuencia cardíaca, por lo tanto, puede influir en la presión arterial. Por lo tanto, esta mezcla puede ser problemática, ya que la función principal de este remedio es reducir la carga de trabajo del corazón para bombear sangre a todo el cuerpo.

Una investigación titulada El efecto del café sobre las propiedades farmacocinéticas de los fármacos: una revisión sugiere que beber café mientras se toman ciertos medicamentos como la amlodipina (para tratar la hipertensión y la enfermedad de las arterias coronaria), puede comprometer su eficacia. Eso sí, detalla que normalmente “no es algo que pone en peligro la vida, se debe evitar su combinación”.

Asma

Las personas con asma usan broncodilatadores como aminofilina o teofilina que relajan las vías respiratorias para facilitar la respiración. Sin embargo, el café puede desencadenar efectos secundarios como dolores de cabeza, inquietud, molestias estomacales e irritabilidad y reducir la absorción del fármaco. Esto, según la investigación El efecto del café sobre las propiedades farmacocinéticas de los fármacos: una revisión. 

Tiroides

Quienes tienen problemas de tiroides suelen tomar medicamentos para equilibrar sus hormonas. El National Health Service (NHS) de Reino Unido sugiere “tomar levotiroxina una vez al día por la mañana, idealmente 30 minutos antes del desayuno o de una bebida con cafeína”. Esto, porque el café impide la absorción completa de la medicación, incluso llegando a la mitad del efecto, según describe la asosiación.

Antidepresivo, ansiolítico y somnífero

Los expertos aseguran que los fármacos para este tipo de condición se deben tomarse aproximadamente una o dos horas antes o después del café porque los taninos de la bebida no permiten que el organismo absorba completamente los químicos de las pastillas. Y sucede lo mismo con medicaciones para la ansiedad y el insomnio.

Además, coinciden en que en los casos de personas con depresión fisiológica se produce un déficit de serotonina en la sangre. Por su parte, el antidepresivos busca bloquear la serotonina en las arterias para que que se concentre allí. Y como la cafeína es un estimulante, se genera un desequilibrio, disminuyendo el efecto del medicamento.

Diabetes

Según un estudio de la Asociación Estadounidense de Diabetes, el consumo de bebidas con cafeína de cualquier tipo puede elevar los niveles de insulina y azúcar en sangre. Y sugiere que un mayor consumo de cafeína podría dificultar la regulación del azúcar en sangre y aumentar el riesgo de complicaciones vinculadas a la diabetes.

Asimismo, agregados al café como la leche, la crema y el azúcar pueden elevar aún más los niveles de azúcar en la sangre, lo que puede obstaculizar el funcionamiento de los medicamentos para la diabetes.