Carolina de Mónaco nació el 23 de enero de 1957, por lo que acaba de cumplir 63 años. Su vida ha tenido el máximo glamour de la Costa Azul, con todas las fiestas del jet set y la realeza, pero también ha vivido grandes tragedias, como las muertes de su madre, la princesa Grace (1929-1982) en un accidente automovilístico, y el de su segundo marido, Stefano Casiraghi (1960-1990), en una competencia off-shore en las aguas de Saint-Jean-Cap-Ferrat.
Tras quedar viuda se fue a vivir a un pueblito de la Provenza francesa (Saint-Rémy-de-Provence) y a los tres años s supo que tenía una relación con el actor Vincent Lindon. Esto no prosperó porque en su vida apareció Ernst de Hannover, marido de una de sus amigas, Chantal Hochuli.
Con Ernst de Hannover, Carolina se casó en 1999, y tuvo a su hija Alexandra. Sin embargo, el matrimonio fue un desastre. El consumo excesivo de alcohol por parte de él hizo que la vida de la nueva princesa de Hannover fuera un desagrado. Se separaron hace unos diez años.
Sin embargo, a la fecha no se han divorciado. Se dice que es porque ella no quiere perder el rango que le da ser princesa de Hannover (dinastía alemana que gobernó por un tiempo Gran Bretaña), que es bastante más que de Mónaco. De su vida amorosa post Ernst, no se sabe mucho. Lo que sí se dice es que sigue manejando los hilos del Palacio de Mónaco, ayudando de esta manera a su hermano Alberto II, en la conducción del principado.
Eso sí, los nuevos grandes amores de Carolina de Mónaco son sus nietos “Casiraghi”. Raphaël Elmaleh y Baltasar Rassam son los hijos de Charlotte (con el actor Gad Elmaleh y el productor Dimitri Rassam, respectivamente); mientras que Alexandre (Sacha), India y Maximilian Rainier son de Andrea (con Tatiana Santo Domingo), y Stefano y Francesco de Pierre (con Beatrice Borromeo).
Aquí vemos algunos momentos de su vida.
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En 1978, cuando se casó con el playboy francés Philippe Junot.
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Durante su matrimonio civil con Stefano Casiraghi en 1983.
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Una foto icónica. Stefano y Carolina. Una pareja que hizo que muchos volvieran a creer en el amor. Todo se acabó cuando él muere en ese fatídico accidente náutico de 1990.
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Al casarse con Ernst de Hannover pasó a ser princesa de esta aristocrática casa alemana. Se dice que no se ha divorciado para no perder ese rango, que es superior al de ser princesa de Mónaco.
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Un bochorno internacional. Para el matrimonio de Felipe de Asturias y Letizia Ortiz (2004) Carolina llegó de Chanel, pero con una de las peores caras de su vida. Se dice que fue porque Ernst de Hannover se habría ido de fiesta como tantas veces lo hacía…
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La nueva generación de Casiraghi la tienen fascinada y enamorada. Una espléndida abuela de la Costa Azul.