Un estudio de National Geographic analizó la relación entre seres los seres humanos y gatos, el que demostró que los felinos domésticos son grandes manipuladores. Los efectos que tienen las miradas, el pelaje y lo esquivos que son, parecieran hacerlos conscientes del efecto que producen en los humanos. Al menos así lo informa este nuevo estudio.
La investigación, liderada por la Estación de Investigación Konrad Lorenz y la Universidad de Viena, reveló la dinámica entre los seres humanos y los gatos domésticos. Y destacó las similitudes sorprendentes con nuestras interacciones sociales. Los felinos saben sacar provecho de sus encantos siendo así los más diestros manipuladores dentro del reino animal.
Según consignó National Geographic, el estudio se logró a partir de la grabación y el análisis de las interacciones entre 41 gatos y sus dueños durante extensos periodos. Además, se realizaron pruebas de carácter tanto para los humanos como para los felinos. Los resultados sugieren que efectivamente existe una influencia mutua entre gatos y humanos.
Sin embargo, el grupo que es primordialmente susceptible a estos encantos felinos corresponde a las mujeres jóvenes. En esa misma línea, se observó que los felinos utilizan señales sutiles, como movimientos verticales de la cola, para expresar su deseo de contacto amistoso. Como no todo es manipulación, los felinos “también recuerdan la amabilidad recibida”. Sobre este punto, los autores del estudio también vieron que los gatos entregan indicios de que recuerdan la amabilidad. En consecuencia, los gatos regresan los gestos de cariño más tarde.
Manuela Wedl, co-autora del estudio, señaló que en respuesta a estas señales, los gatos se acercan más frecuentemente y establecen contacto con mayor facilidad con las dueñas en comparación con los dueños varones. Además, sostuvo que “las mujeres tienen relaciones más intensas con sus gatos que los dueños varones”.