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¿Cuántas veces hemos recibido como consejo para cuidar nuestro cabello que evitemos el secador de pelo? Adiós a cualquier artefacto que aplique calor, y bienvenido el secado al natural. Sin embargo, ahora un estudio asegura que esta segunda opción puede ser incluso más dañina.
Para llegar a esta conclusión los profesionales coreanos encargados del estudio publicado en Glamour Alemania examinaron cómo se comporta nuestro cabello en diferentes escenarios de “secado”, que contó con cinco grupos de prueba diferentes que se secaron el pelo con secador durante distintos periodos de tiempo.
¿Cuál fue el resultado?
Para aquellos que mantenían una distancia de unos 15 centímetros entre el secador y el cabello, no había ningún problema o preocupación. Sin embargo, aquellos que secaron al aire, mostraban más daños en la superficie a largo plazo.
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El cabello humano se divide en tres regiones: Cutícula, corteza y médula. Como explicaron los expertos entre las dos primeras hay una capa llamada complejo de membrana celular, y ahí es donde se encuentra la raíz de todos los males.
En el estudio se observó una capa de complejo de membrana celular hinchada en los sujetos de prueba que dejaron secar su cabello de forma natural. Mientras que el calor directo del secador «sólo atacaba al cabello de forma superficial».
En conclusión: si bien ambos son dañinos para nuestro cabello, el secador solo trae como resultado un daño superficial que es mucho más sencillo solucionar, mientras que el secado natural puede dañar cada cabello desde dentro hacia fuera.
Sin embargo, aún hay más. Y es que tres motivos se suman al por qué deberíamos dejar de secarnos el cabello al aire: suele llevar mucho más tiempo, lo que resulta en un «buen caldo de cultivo para las bacterias y los hongos».
El pelo húmedo es mucho más sensible, por lo que si tocamos o cepillamos el pelo mojado puede romperse más rápidamente. Y por último, y sobre todo para aquellas que tienen tendencia a rizos u ondas, trae como resultado el detestado frizz.
