Uno de los grandes problemas a nivel mundial es el desperdicio de comida. Hay que hacer un mea culpa y asumir que muchas veces botamos (literalmente) gran parte de los alimentos. Esto, ya sea porque se vencieron antes de ser consumidos o porque compramos de más. Con el coronavirus rondando esto se vuelve aún más indispensable, y en tiempos de cuarentena y distanciamiento social, desperdiciar no es una opción, pero congelar sí lo es. Además, nos sirve para tener una reserva en caso de emergencia.
¿Qué se puede congelar y qué no?
Para nuestra tranquilidad, los expertos de la cocina aseguran que casi todo puede congelarse. Y siendo más específico, es todo aquello que vayamos a cocina después, ya que al congelarse pierden un poco de sabor y de beneficios.
¿Cómo se deben congelar?
Lo más importantes es lavarlas, secarlas bien y congelarlas crudas. Y también recomiendan cortarlas antes de congelarlas. Ahora bien, aquellas verduras que contienen mucha agua como el apio y el pepino sugieren no congelarlas para luego comerlas crudas, es mejor dejarlas para preparar un batido o no meterlas al freezer.
¿Por qué se ven diferentes al descongelarlas?
Al meter someter frutas y verduras al freezer, como contienen principalmente agua, esta se congela, por lo que será normal que al descongelarlas pierdan tamaño y consistencia.
¿Qué hacer con las frutas y verduras congeladas?
Las frutas sirven para hacer batidos, helados, postres o darle un simple toque fresco a un yogurt. Mientras que las verduras puedes utilizarlas para sopas, cremas, guisos, puré de verduras, etc. Sirven de base para muchas comidas.