Suscríbete
Se han puesto de moda y dejaron de tener la mala reputación. Hoy también son un símbolo de liberación y experiencia. Sin embargo, para algunos siguen pareciendo una incómoda señal del paso del tiempo, y a veces no queremos ser tan conscientes de ello. O quizá, no tan pronto.
Si hay algo claro en cuanto a las canas, es que no hay marcha atrás. En promedio, aparecen durante la tercera década y se van extendiendo por la totalidad del cuero cabelludo, y si eres hombre, en la barba y en otras partes del cuerpo. Un proceso natural del paso del tiempo, o quizás a factores genéticos o de pigmentación.
Hemos escuchado toda la vida que donde sacamos una salen tres, pero ¿qué tanto de cierto hay en ello? ¿Cuál es la mejor opción?
El cambio en el color del cabello se debe tanto a la edad como a factores genéticos, y puede acelerarse dependiendo de nuestro estilo de vida, especialmente durante períodos de estrés. Las canas aparecen cuando perdemos melanina, el pigmento que le da color al cabello. Por lo tanto, no es que las canas sean grises, sino que carecen de color.
Con el tiempo, el pigmento disminuye y el cabello se vuelve cada vez más claro hasta volverse completamente gris. Aunque es común creer que la presencia de canas indica que no se perderá cabello, esto no es cierto. Y ojo: tampoco es cierto el mito de que arrancar una cana, saldrán más. Simplemente crecerá de nuevo con el mismo color canoso.
Contrario a la creencia popular, sacarse una cana no significa que saldrán más. Es solo un mito que carece de base científica; la aparición de canas tampoco protege contra la calvicie. La genética es un factor importante en determinar cuándo aparecerán las canas, pero también influyen el estrés crónico, el tabaquismo, la obesidad y otros factores que generan estrés oxidativo en las células. Un estrés contribuye al agotamiento del sistema de pigmentación del cabello. La liberación de adrenalina durante situaciones estresantes puede influir en la aparición prematura de cabello blanco, según investigaciones recientes.
Aunque no podemos cambiar nuestra genética, podemos reducir el estrés, hacer ejercicio regularmente, dejar de fumar y mantener una dieta equilibrada y rica en antioxidantes para ayudar a retrasar la aparición de canas y promover la salud del cabello.
Seguir una buena alimentación en base de verduras y cereales es clave. También consumir complementos alimenticios en base a ingredientes activos como Zinc y vitaminas del grupo B beneficiará en este proceso.
