En enero pasado Sarah Ferguson, contó que había sido diagnosticada de un cáncer de piel. Y entre tanta mala noticia para los Windsor, al menos ahora tenemos una buena nueva. La Duquesa de York se sometió a una cirugía y parece ser que el cáncer no se ha extendido. La noticia significa “un gran alivio para Sarah y para toda la familia después de la espera para conocer los resultados”, contó un amigo de Ferguson a The Daily Mail.
El último año ha sido difícil para ex de Andrés de Inglaterra. En junio pasado, Ferguson descubrió durante un control de rutina que padecía cáncer de mama, razón por la que tuvo que ser operada de urgencia. En agosto contó que se encontraba bien y que veía a su nuevo pecho reconstruido, al que bautizó como Derek, como “un amigo que me ha salvado la vida”.
Sin embargo, precisamente en la cirugía reconstructiva posterior a la mastectomía los médicos le detectaron unos lunares sospechosos. Su dermatólogo los examinó más detenidamente y se le diagnosticó un melanoma maligno. Por tanto, a Sarah no le quedó más alternativa que volver a entrar al quirófano. Sin embargo, este tumor no se había extendido ni a la piel ni a los ganglios linfáticos. De todas maneras, tendrá seguimiento médico continuo a partir de ahora.
Fuentes cercanas a la madre de Eugenia y Beatriz de York contaron que “Sarah tendrá que someterse a revisiones cada doce semanas”. La duquesa, no obstante, “se siente muy aliviada” y considera muy positivo el aumento de visitas de personas buscando informarse sobre el cáncer de piel.